• En el marco del Día Internacional del Medio Ambiente, las Las formas tradicionales de la vida urbana están cambiando a medida que crecen las presiones ambientales y económicas sobre las ciudades

. Foto de Victor Moriyama / WRI Brasil

Desde reinventar las calles hasta vivir con agua, las ciudades están experimentando para adaptarse a un mundo cambiante. Foto de Victor Moriyama / WRI Brasil

Las grandes ideas pueden alterar para siempre el destino de las ciudades cuando quedan esbozadas en cemento, acero y piedra. Los ideales tradicionales de la vida urbana están cambiando a medida que crecen las presiones ambientales y económicas sobre las ciudades. Inspirados en parte por las presentaciones del premio Ross para Ciudades, exploramos algunas de las últimas grandes ideas que tienen el potencial de transformar las ciudades.

Supermanzanas

Hoy en día, son menos comunes los planes maestros y las visiones para el desarrollo del espacio urbano que en el apogeo de las nuevas ciudades y zonas urbanas planificadas del siglo XX. Quizás lo más cercano a una visión así es el concepto nacido de Barcelona de supermanzanas, una idea que busca revertir el desarrollo urbano centrado en el automóvil. Implementadas por primera vez en 2016, las supermanzanas limitan el tráfico de automóviles al perímetro de las áreas de manzanas de tres por tres, lo que permite que el transporte sea de fácil acceso para los residentes mientras se crean oasis para los peatones, para actividad recreativa y la económica. En el corazón de esta idea está el deseo de reequilibrar el acceso y el uso de los espacios públicos, reducir la contaminación del aire y mejorar la habitabilidad. Otras ciudades de América y Europa están observando y aprendiendo de Barcelona que pretende convertir más del 70% de la ciudad en 500 supermanzanas distintas; algunas ya fueron implementadas y otras más están en marcha.

Calles completas o compartidas

El diseño urbano orientado al automóvil está bajo presión, ya que muchas ciudades experimentan aumentos en los que sufren lesiones y fatalidades en las calles, días enteros de baja calidad del aire y congestión de tránsito. En los Estados Unidos, el concepto de calles completas o compartidas se introdujo formalmente en 2005 por una coalición nacional y desafió radicalmente el dominio del espacio público por parte de los automóviles. Aunque no abarca tanto como las supermanzanas, esta idea le da la misma importancia a los peatones, ciclistas y usuarios de transporte público la misma prioridad que a los automovilistas. Actualmente vemos diferentes versiones de este enfoque en todo el mundo, como el Programa de Espacio Compartido en Auckland, Nueva Zelanda; urbanismo táctico en Porto Alegre, Brasil y el rediseño de Telegraph Avenue en Oakland, California. Los detalles varían, pero en general estos proyectos incluyen elementos tales como paisajes urbanos activos de uso mixto, mobiliario urbano a escala peatonal e infraestructura verde. Si bien las iniciativas de calles completas o compartidas a menudo comienzan siendo pequeñas, con pilotos enfocados en una o dos vías clave, generalmente se extienden rápidamente a medida que los residentes ven las oportunidades de alternativas de movilidad activas y seguras.

 Foto por WRI Brasil

La intersección de la calle João Alfredo en Porto Alegre, Brasil, antes y después de una intervención de calles completas. Foto por WRI Brasil

Conectividad no motorizada

La contaminación relacionada con el tráfico y las calles bloqueadas están generando que en las ciudades se prueben diversas formas de reducir la primacía de los automóviles privados. Dar a las personas nuevas formas de llegar a destinos y mantenerse activos a pie, en bicicleta y en otros modos no motorizados es otra forma en que las ciudades están reaccionando a este desafío. Las estrategias de movilidad no motorizada pueden tomar diferentes formas desde cerrar temporalmente las calles, un ejemplo es la iniciativa sin automóviles los días de Raaghiri en las ciudades indias, a inversiones permanentes en infraestructura de alto grado, como las autopistas de bicicletas en Londres

Quizás el símbolo más poderoso de este nuevo movimiento esté en Atlanta, Georgia, un ícono de la expansión urbana centrada en el automóvil. Atlanta Beltline, que actualmente está en desarrollo, tiene como objetivo reutilizar la línea ferroviaria desaparecida de la ciudad en caminos, parques, senderos y trenes ligeros, y utiliza la movilidad sostenible para conectar más de 40 vecindarios socioeconómicamente diversos con el área metropolitana.

Vivir con agua

Varias ciudades costeras y delta están reconsiderando su relación con el agua, con suficiente razón. A medida que el planeta se calienta, el aumento del nivel del mar y los eventos climáticos cada vez más impredecibles están causando estragos en muchas ciudades en zonas bajas y costeras de todo el mundo.

Históricamente, Nueva Orleans se ocupó del exceso de agua bombeándola y drenándola a los lagos y ríos circundantes. Pero este método ha demostrado ser ineficaz en eventos importantes como el huracán Katrina, por lo que la ciudad está desarrollando un nuevo enfoque, inspirado en la práctica holandesa. Nueva Orleans ahora trabaja para administrar los flujos de agua integrando soluciones mecánicas con características naturales, como la planificación del jardín de agua Mirabeau el cual, desviará las aguas pluviales de las principales tuberías de drenaje y reducirá las inundaciones.

Las soluciones basadas en la naturaleza son cada vez más comunes en las ciudades europeas y en otras más, estas soluciones revierten una tradición de décadas de favorecer las soluciones de infraestructura grises o duras.

Representación de Waggonner y Ball Architecture / Environment

Dibujo del Jardín de Agua Mirabeau. La fase inicial de la construcción del proyecto está en marcha y está financiada por un programa de subvención de mitigación de riesgos de FEMA. Representación de Waggonner y Ball Architecture / Environment

Más allá de los planes maestros

Transformar ciudades es posible, y las semillas de la transformación ya están aquí. En este momento ya se están explorando algunos conceptos audaces en la planificación urbana a través de ciudades nuevas y planificadas. También las ciudades más antiguas pueden cambiar de rumbo con intervenciones estratégicas que comprendan un cambio mucho más amplio.

Las grandes ideas pueden catalizar otros impactos positivos que se extiendan más allá de la intervención física, como en Atlanta, en donde se espera trascender las ideas centradas en el automóvil de la mentalidad entre la población, y replantear la forma en que las personas piensan sobre el espacio y el movimiento a través del Beltline.

Las preguntas son: ¿cómo se pueden cultivar y desarrollar respuestas innovadoras a problemas desafiantes para ayudar a revertir las tendencias negativas? ¿Cómo pueden las intervenciones individuales tener un mayor impacto y transformar ciudades enteras? Identificar las transformaciones sostenibles que estén en proceso es una tarea compleja, pero mejorar nuestra capacidad para detectar y fomentar proyectos, tecnologías y organizaciones prometedoras es fundamental para hacer realidad ciudades resilientes y equitativas.

Este texto se publicó originalmente el 23 de julio de 2019 en thecityfix.com