Todo suma para construir con argumentos poderosos una serie de soluciones para un país como México, un emisor relativamente alto de gases de efecto invernadero, pero con aspiraciones legítimas de fomentar su crecimiento económico desde los principios de la sustentabilidad, afirma la directora ejecutiva de WRI México

Se nos está acabando el tiempo para evitar un calentamiento global acelerado. México ha logrado grandes avances en términos de diseño de políticas y arreglos institucionales para enfrentar los desafíos planteados por el cambio climático. Ha establecido ambiciosos objetivos de mitigación de gases de efecto invernadero (GEI) y es reconocido mundialmente como un líder climático. Sin embargo, el avance hacia la implementación efectiva de acciones en algunos sectores, ha sido lento.

Una nueva publicación del Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés), titulada Eligiendo el Camino Correcto: Opciones de bajo costo para fortalecer las metas climáticas de México logrando beneficios sociales a largo plazo, describe escenarios posibles para que México avance en la descarbonización de su economía, haciendo con ello la parte que le corresponde para limitar el calentamiento global a un máximo de 2 grados centígrados, como se estableció en el Acuerdo de París.

Este importante Reporte muestra que México debe acelerar el paso para alcanzar su meta climática de largo plazo para reducir sus emisiones de GEI en un 50 por ciento para el año 2050, con respecto a las emisiones del año 2000, como quedó establecido en la Ley General de Cambio Climático.

La buena noticia que deriva de nuestros hallazgos es que la aplicación de políticas climáticas y de energía limpia ambiciosas beneficiaría a la economía de México, lo que daría como resultado un ahorro de 5 mil millones de dólares en gasto público durante la próxima década. También se estima que con ello se salvarían más de 25 mil vidas de ahora a 2030, gracias a las mejoras en la calidad del aire que respirarían las generaciones actuales y futuras.

Esta publicación tiene como propósito ayudar a los tomadores de decisiones a identificar qué opciones podrían incluirse en un portafolio de políticas de bajo costo, mediante la combinación de 21 estrategias de política pública (directrices, medidas y tecnologías) con las que sería posible lograr la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) condicionada de México a un bajo costo (12 dólares/tonelada, en promedio), y para ello se utilizaron herramientas de modelación y análisis de escenarios, con los que se demostró que México puede alcanzar sus objetivos de reducción de emisiones de GEI con un ahorro significativo en costos, mediante medidas como la aplicación de un impuesto a las emisiones de carbono, el aumento en la eficiencia energética del sector industrial y prácticas para evitar la liberación de metano, entre otras.

Todo abona para construir con argumentos poderosos una serie de soluciones para un país como México, que es un emisor de GEI relativamente alto, con una economía aún emergente pero con aspiraciones legítimas de fomentar el crecimiento económico, crear empleos y reducir la pobreza, desde los principios de la sustentabilidad.

Para lograr las metas establecidas por México, deben hacerse esfuerzos para diseñar e implementar acciones climáticas efectivas y fuertes en todos los sectores de la economía, financiado importantes inversiones públicas y privadas mediante fuentes de capital tanto nacionales como internacionales, realizando un esfuerzo para zanjar las barreras de la implementación, y dedicando recursos sustanciales al desarrollo de capacidades y a la innovación.

La versión original de este texto fue publicada en Reforma.