Warwick Junction fue uno de los cinco finalistas del primer Premio Ross para Ciudades, un concurso global para proyectos urbanos que han desatado cambios ejemplares

El laberinto de puestos, arcos y puentes de Warwick Junction puede maravillar a cualquier visitante que por primera vez visita el conjunto de mercados más grande de Sudáfrica. Los nueve mercados de Warwick Junction están encajados entre la principal estación de trenes de Durban, tres puentes peatonales y docenas de paradas de taxis. Más de 7 mil ambulantes informales venden de todo, desde ropa y productos frescos hasta medicamentos y delicias tradicionales, como la sopa de cabeza de res. Más de 450 mil viajeros y compradores pasan por ese mercado todos los días.

Pero detrás de los coloridos puestos hay una historia de transformación urbana más profunda. Mirando a Warwick Junction como es actualmente, no podría adivinarse su problemática historia como un mercado peligroso y descuidado que casi fue borrado del paisaje de esa ciudad.

La historia de cómo Warwick Junction contrarrestó la tendencia global de reemplazar mercados informales con centros comerciales y más centros comerciales, es un ejemplo del compromiso y el ingenio de un pequeño conjunto de actores clave: trabajadores informales, funcionarios locales y la pequeña organización sin fines de lucro Asiye eTafuleni (traerlo a la mesa, en zúlu). La historia de Warwick Junction es una historia sobre las contradicciones duraderas de una ciudad africana moderna, pero también una historia de de sanación social.

Casi medio millón de compradores pasan por el mercado de Warwick Junction de Durban todos los días. Foto de Kyle Laferriere.Casi medio millón de compradores pasan por el mercado de Warwick Junction de Durban todos los días. Foto de Kyle Laferriere

La apertura de Warwick Junction

Bajo el apartheid, Warwick Junction fue una entrada muy controlada para que la gente de raza negra no ingresara a una ciudad hecha exclusivamente para la gente de raza blanca. Con un solo puente para cruzar hacia la ciudad, las autoridades locales desalentaban el tránsito de las personas de raza negra y cerraban la ciudad a los no blancos que vivían en la periferia, en cualquier momento. La policía amenazaba constantemente a los comerciantes con confiscar sus bienes y hacer cumplir las leyes vigentes que impedían a los vendedores detenerse en las calles y caminos para comerciar.

El Puente de la Música en el mercado Warwick Junction de Durban. Foto de Kyle Laferriere.El Puente de la Música en el mercado Warwick Junction de Durban. Foto de Kyle Laferriere.

“El centro de la ciudad era principalmente para gente blanca”, dice Richard Dobson, cofundador de Asiye eTafuleni (AeT).

Después del apartheid, el municipio de eThekwini comenzó un proyecto de renovación urbana para revertir los efectos de décadas de diseño urbano racista. En lugar de las duras políticas policiales del pasado, el equipo del proyecto municipal comenzó a mejorar la seguridad y a rediseñar los espacios públicos al involucrar a los trabajadores informales de Warwick Junction. Agregaron puentes, pasos peatonales y entradas, y mejoraron áreas específicas para adaptarse mejor a las necesidades comerciales.

Todo iba bien, hasta que en el periodo previo a la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010, el gobierno de la ciudad anunció inesperadamente en 2008, planes para reemplazar el histórico Early Morning Market de Warwick Junction con un moderno centro comercial. Alrededor de 80 mil medios de vida se hubieran visto afectados, entre vendedores, transportistas, proveedores, y las familias de todos. Los comerciantes informales estaban desconsolados. Algunos habían estado comerciando en Warwick Junction durante más de tres décadas y dependían del mercado para mantener a sus familias.

Un difícil camino de reconocimiento

No fue una coincidencia que AeT se formara al mismo tiempo. Sus cofundadores, Dobson y Patric Ndlovu, fueron funcionarios de la ciudad y figuras destacadas en el proyecto de renovación urbana de los años noventa. Crearon AeT para mantener vivo el legado de la renovación urbana inclusiva y solventar la creciente brecha entre los comerciantes informales y la ciudad.

Richard Dobson y Patric Ndlovu cofundadores de Asiye eTafuleni. Foto por Kyle LaferriereRichard Dobson y Patric Ndlovu cofundadores de Asiye eTafuleni. Foto por Kyle Laferriere

Al estallar las protestas cuando la ciudad intentó desplazar a los comerciantes por la fuerza, AeT apoyó en la defensa y desafiando legalmente al municipio. Después de varios meses de choques policiales y mayores atentados a los medios de vida de los comerciantes, la ciudad detuvo sus planes de reurbanización.

Sin embargo, AeT sabía que para asegurar la participación de los comerciantes en el futuro de Warwick, era necesario que hubiera un mayor reconocimiento de los derechos de los trabajadores informales. AeT comenzó a trabajar con el Centro de Recursos Legales sin fines de lucro, para compartirles literatura legal a los vendedores ambulantes y para proporcionarles asesoría legal gratuita. También desafiaron a la Corte. Gracias a sus esfuerzos, en 2014 un tribunal declaró que era ilegal que la ciudad incautara los bienes de comerciantes informales.

El diseño inclusivo es la solución

Mediante el uso de técnicas probadas en el pasado, AeT trabajó con comerciantes para crear prototipos de infraestructura básica de mercado, como mesas multifuncionales, estufas más seguras e instalaciones de almacenamiento. Al involucrar a los comerciantes en este proceso, gradualmente transformaron los espacios de trabajo no equipados de Warwick Junction, en áreas que satisficieran las necesidades específicas de cada tipo de usuario. Los recicladores de cartón, por ejemplo, ahora tienen espacios de almacenamiento seguros, por lo que ya no tienen que dormir al lado de sus productos.

“El diseño inclusivo es la solución”, asegura Ndlovu. “Si incluye a los usuarios durante las etapas de diseño, se ocuparán de cuidar la infraestructura, ya que tuvieron entrada para apropiársela desde el principio. Son valiosos, están bien informados y saben lo que hacen”.

Al mismo tiempo, AeT ha desarrollado capacidad en los comerciantes para defenderse en procesos formales de toma de decisiones, como negociar con la ciudad sobre el uso del espacio público, documentar sistemáticamente prácticas desleales como la confiscación de bienes, y documentar el deterioro de la infraestructura del mercado.

“AeT nos brindó impulsó para que desarrolláramos nuestra capacidad de liderazgo”, comenta Xolisile Nzuza, un vendedor en el mercado de carne de Warwick Junction. “Abrieron nuestros ojos. Nadie puede ya impedir que levantemos la voz”.

El enfoque de AeT proporcionó el punto medio crítico que faltaba entre las estructuras organizativas informales lideradas por comerciantes de Warwick Market, y los procesos oficiales de toma de decisiones municipales. Junto con los rediseños inclusivos, AeT ayudó a establecer el tono para una relación de trabajo respetuosa entre las instituciones formales e informales de Warwick Junction.

“Siete años después, el mercado está hoy aquí”, afirma Romila Chetty, secretaria de la Asociación de Comerciantes de Mercados Tempranos. “Y es por líderes como nosotros”.

Un camino de colaboración hacia adelante

Warwick Junction no está solo frente a las presiones de la modernización y los esfuerzos para desplazar a los trabajadores informales, innumerables casos como éste de Warwick Junction en Durban, muestran que es posible que las ciudades cambien y se adapten a nuevas realidades sin tener que borrar todo el pasado, a expensas de los medios de vida de las personas. Los mercados como Warwick Junction pueden seguir siendo una parte importante de la ciudad, mientras que la zona se somete a una renovación orgánica, incremental y colaborativa. El enfoque de AeT está siendo utilizado en otras áreas de Durban y en otras ciudades sudafricanas, y ha influido en proyectos nacionales en Johannesburgo, Ciudad del Cabo y el Municipio de Port Elizabeth.

Hoy en día, más personas que nunca fluyen a través de Warwick Junction. Incluso el recorrido oficial Markets of Warwick, en el que los vendedores actúan como guías turísticos de los visitantes. El espacio físico es más accesible, acomoda mejor a los viajeros y proporciona instalaciones más seguras para la preparación de alimentos, además de un puente peatonal, instalaciones de almacenamiento y áreas dedicadas a diferentes tipos de comercio.

“Creemos que esto envía una señal muy particular a los trabajadores informales de esta área, la señal de que esto no es un ghetto de la ciudad”, concluye Dobson. “Warwick Junction es una parte normal y funcional de la ciudad. Y además es experiencia catalítica”.

Nuestro serie de blogs Transformaciones Urbanas aborda las historias de los finalistas del primer Premio Ross para Ciudades, un concurso global de proyectos ejemplares que han desatado cambios en diferentes. El ganador de este primer premio, escogido entre casi 200 concursantes de todo el mundo, fue otorgado al Programa de Evaluación y Mejora de la Seguridad Vial en Zonas Escolares (SARSAI, por sus siglas en inglés), un método eficaz, altamente replicable y de alto impacto en cuanto a los traslados que hacen los niños para ir a la escuela en Dar es Salaam, Tanzania, y otras ciudades africanas. Para más información, visita wrirossprize.org.