El páramo de Guacheneque, donde se origina el río Bogotá, que representa la segunda fuente de agua potable para la ciudad de Bogotá, es el ecosistema clave para abastecer de agua a aproximadamente 25% de los 7 millones de habitantes de la ciudad. Sin embargo, debido a la degradación de los ecosistemas y la contaminación del recurso hídrico, esta cuenca todavía no realiza su potencial como fuente de abastecimiento. La empresa encargada de la gestión del agua en la ciudad –la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB)– enfrenta importantes retos para asegurar el abastecimiento por medio de fuentes de agua limpias y confiables para una población en crecimiento. Estos retos incluyen los altos costos de tratamiento debido a la presencia de sedimentos y contaminantes.

En un mundo en el cual se reconoce cada vez más el valor de los ecosistemas naturales para el bienestar humano, se ha ido gestando un cambio de enfoque en nuestra forma de abordar la gestión del agua. Este cambio gira en torno a potenciar la capacidad inherente de los ecosistemas naturales para mejorar procesos de captura, provisión, calidad, y distribución del agua. A diferencia de un enfoque netamente tradicional en el cual las problemáticas de gestión del agua son atendidas únicamente con infraestructura creada por el humano, la infraestructura natural se enfoca en la protección, restauración y manejo de ecosistemas naturales, idealmente en colaboración estrecha con las comunidades que residen en el territorio.

Un nuevo reporte –resultado de una colaboración innovadora entre el World Resources Institute (WRI), Conservación Internacional (CI) Colombia y la EAAB– demuestra que invertir en un portafolio de acciones altamente focalizadas en la cuenca alta del río Bogotá puede generar ahorros de costos significativos en el tratamiento de agua a través del control de sedimentos y contaminantes, al tiempo que ofrece otros beneficios.

El reto de contar con fuentes de agua limpias y confiables en Bogotá

La cuenca alta del río Bogotá se encuentra altamente degradada y contaminada por la expansión de los sectores agrícola, industrial y urbano. El resultado es una alta carga de sedimentos y de contaminantes lo que se traduce en altos costos de tratamiento de agua. Estos costos se originan por los inmensos requerimientos de energía eléctrica para bombear y distribuir el agua, así como la gran cantidad de productos químicos que se aplican a lo largo del proceso de potabilización, por ejemplo, para desinfectar.

La Planta de Tratamiento de Agua Potable Tibitoc –administrada por la EAAB– se encarga de potabilizar diariamente más de 8 millones de litros de agua provenientes de la cuenca alta del río Bogotá. A pesar de enormes esfuerzos y una alta capacidad técnica en Tibitoc, tratar esta agua para su consumo de manera segura por las poblaciones representa un gran reto.

EAAB ya cuenta con experiencias exitosas en la implementación de inversiones en infraestructura natural enfocadas en la conservación y restauración de los ecosistemas, en particular, mediante la adquisición de más de 400 hectáreas en la cuenca alta del río Bogotá.

Sin embargo, para atender la problemática de degradación y contaminación de la cuenca se requiere un enfoque en áreas complementarias a los predios de la empresa. Para esto, es necesario trabajar de forma conjunta con los dueños de los predios y las comunidades locales.

Un portafolio costo-efectivo para el manejo del agua en el río Bogotá

Utilizando la metodología Green-Gray Assessment (GGA) desarrollada por WRI, el reporte encontró que invertir en un portafolio de infraestructura natural enfocado en reducir los costos de tratamiento de agua en Tibitoc a la vez que se cumple con los estándares de calidad del agua es financieramente rentable en un periodo de inversión de 30 años.

Se identificó un portafolio de actividades con gran potencial para mejorar la calidad del agua en la cuenca. Éste está basado en la estrategia de Paisaje Sostenible de la Bogotá - Región de CI Colombia, el cual cuenta con lecciones y experiencias aprendidas en la implementación de soluciones basadas en la naturaleza para la adaptación al cambio climático y seguridad hídrica. Desde hace más de una década, CI Colombia ha implementado actividades de conservación, restauración, y desarrollo de sistemas productivos sostenibles con un enfoque altamente participativo con las comunidades rurales que residen en el territorio. Este enfoque participativo ha permitido generar una relación de mutuo entendimiento, garantizar la participación e involucramiento de las comunidades, y generar beneficios que atiendan las necesidades locales.

El portafolio incluye actividades de ganadería sostenible y restauración de ecosistemas en 2.5 mil hectáreas (ha), equivalente al 2% de la cuenca, con un costo total de 5.3 millones de dólares. Este monto de inversión es menor a los costos anuales de energía eléctrica y productos químicos en Tibitoc al día de hoy.

A su vez, se estima que el portafolio genere ahorros de 44.6 millones de dólares por la disminución de requerimientos de energía eléctrica y de uso productos químicos, así como por reducción del desgaste de la infraestructura gris. Esta caída en costos es resultado del impacto de las inversiones sobre la carga de sedimentos y nutrientes en la toma de Tibitoc, que se modeló con análisis geoespacial utilizando modelos InVEST.

El portafolio genera un valor presente neto positivo de 0.6 millones de dólares, o sea que la inversión es rentable para EAAB. La tasa de rendimiento del proyecto es 13%, por arriba de la tasa de retorno que se requiere dentro de la EAAB para aprobar inversiones en proyectos de infraestructura. El periodo de recuperación de la inversión es de 25 años, que coincide con portafolios de infraestructura natural en otros contextos. Estos resultados son altamente conservadores, pues no consideran otros beneficios adicionales del portafolio como posibles impactos sobre medios de subsistencia y el bienestar de las comunidades en términos de ingresos, creación de empleos, y creación de capacidades, así como otros beneficios ambientales asociados a la adaptación al cambio climático, captura de carbono, y conservación de la biodiversidad.

El potencial de la infraestructura natural en la gestión del agua

En América Latina, existen varios ejemplos del uso exitoso de infraestructura natural para la gestión del agua en ciudades. Por ejemplo, en la ciudad de Xalapa, en Veracruz, México, se han desarrollado diversos procesos de gestión colaborativa de cuenca enfocados en evitar la degradación de los ecosistemas en las cuencas de abasto, como es el caso del Programa de Compensación por Servicios Ambientales, Prosapix.

En Brasil, el gobierno del estado de Espirito Santo adoptó una ley que prioriza la restauración de áreas boscosas críticas para el agua del Área Metropolitana de Vitoria. Esta ley se basó en un análisis espacial y financiero realizado por el equipo de Cities4Forests de WRI el cual encontró que la empresa de agua Cesan se beneficiaría financieramente de invertir en infraestructura natural.

A pesar de la existencia de avances importantes en Latinoamérica y el Caribe en cuanto a inversiones en infraestructura natural, este tipo de inversiones se encuentran poco desarrolladas en Bogotá. Una razón importante es el bajo nivel de entendimiento que existe en cuanto al potencial de la infraestructura natural para mejorar la calidad y cantidad de agua y cómo evaluar financieramente este tipo de inversiones. El reporte busca atender estos retos.

En el caso de la cuenca alta del río Bogotá, promover acciones de conservación, restauración y uso sostenible en la cuenca alta del río Bogotá ofrece gran potencial para mejorar el desempeño, resiliencia, y diversificación de los sistemas de gestión de agua en Bogotá hacia el futuro, al:

  1. reducir la dependencia actual del sistema Chingaza como la principal fuente de agua de la ciudad, ya que dicha dependencia plantea riesgos de seguridad hídrica y pone en peligro la integridad de los ecosistemas de páramo;
  2. ayudar a que Tibitoc trate más agua y a un menor costo, lo que reduciría los costos operativos y ayudaría a garantizar el suministro de agua;
  3. contribuir a la adaptación al cambio climático y a su mitigación, entre otros beneficios adicionales en la cuenca.

En un contexto de financiación creciente para la adaptación y mitigación del cambio climático a nivel mundial, existe una importante área de oportunidad para crear sinergias y colaboraciones entre inversores para la gestión del agua en Bogotá. El reporte es un importante primer paso para impulsar estas sinergias y colaboraciones.

Medidas para catalizar la acción y la colaboración

Los resultados del reporte confirman la viabilidad financiera de invertir en infraestructura natural como un enfoque complementario a la infraestructura tradicional para la gestión del agua en la cuenca alta del río Bogotá. Estas inversiones podrían generar valor para la EAAB, para las comunidades, y para las otras partes involucradas en la región. En cambio, se espera que los costos de la inacción continuen siendo altos y podrían incluso aumentar si es que no se revierten los procesos de degradación y contaminación en la cuenca. Aunado a esto, la emergencia climática podría comprometer aún más la vulnerabilidad del sistema.

Los resultados de este estudio pueden servir para catalizar procesos de diálogo y cooperación entre diferentes equipos dentro de la EAAB así como entre otros actores en la cuenca. Esto podría incluir a la empresa de agua, las autoridades ambientales, las comunidades locales, desarrolladores de proyecto y posibles financiadores. La EAAB se puede beneficiar de invertir en este portafolio y puede jugar un papel importante en la promoción de esta oportunidad, pero necesita desarrollar alianzas institucionales para detonar sinergias en la planeación y ejecución de proyectos.

Existe ya un conjunto amplio de experiencias en la implementación de inversiones de infraestructura natural en la cuenca, incluyendo aquellas realizadas por la EAAB en sus propios predios y por CI Colombia con las comunidades rurales. Compartir estas experiencias previas y desarrollar alianzas institucionales más amplias también permitiría identificar y arrojar luz sobre cambios requeridos en los factores que obstaculizan o facilitan la implementación de inversiones en infraestructura natural en la cuenca. Estos factores pueden incluir el marco legal, el nivel de interés de participación entre las comunidades, o las capacidades locales de implementación de proyectos.

En cuanto a financiamiento, existe una oportunidad importante para explorar el acceso a fondos existentes o para desarrollar mecanismos innovadores. Existe un conjunto de fuentes externas de financiamiento como bonos verdes o préstamos de bancos multilaterales que podrían ser aprovechados. También, se podrían desarrollar mecanismos internos de financiamiento dentro de EAAB, como cambios en presupuestos generales o cambios en tarifas, así como instrumentos de financiamiento mixto con otras instituciones.