• Las energías renovables son una opción viable para generar crecimiento económico sostenible con equidad, señalan organizaciones y expertos
  • Podrían crearse hasta 257 mil nuevos empleos verdes hacia 2040, destacan estudios
  • Impulsando el fortalecimiento de los instrumentos legales y regulatorios en los tres órdenes de gobierno, es posible maximizar los beneficios de la transición, indicaron

Ciudad de México, 27 de febrero de 2019.- En México podrían generarse 257 mil nuevos empleos verdes, y una inversión acumulada entre 2018 y 2024 equivalente a 40 mil millones de dólares (casi 800 mil millones de pesos), todo esto si se alcanza la meta de generar 35 por ciento de la electricidad con energías renovables, establecida en la Ley General de Cambio Climático de 2012, y ratificada en la Ley de Transición Energética en 2015. 

De ser así, para 2024 se lograría una mitigación de 49 millones de toneladas de carbono (MtCO2eq), con lo cual México cumpliría con su compromiso ante el Acuerdo de París, mediante su Contribución Nacional Determinada de mitigación de gases de efecto invernadero (GEI).

Las energías renovables tienen el potencial de impulsar el crecimiento económico de México con beneficios sociales y ambientales tangibles, y coadyuvando a reducir los efectos del cambio climático, coincidieron expertos en energía y medioambiente de diversas organizaciones de la sociedad civil, organismos internacionales y centros de investigación, en el marco del foro “La urgente transición energética en México: Acciones necesarias para cumplir con el Acuerdo de París”, llevado a cabo en el Hotel Barceló de la Ciudad de México, el 27 de febrero de 2019.

Los especialistas consideraron que el gobierno federal tiene la oportunidad de diseñar una política energética sustentable, así como de desarrollar planes para contrarrestar los efectos del cambio climático durante los próximos cinco años, de 2019 a 2024, que podrían encaminar al País, a través de las energías renovables, hacia la descarbonización de su economía.

El foro convocó a alrededor de 300 personas interesadas en el tema, además de representantes del Reino Unido, Alemania, China, Estados Unidos, Brasil y Argentina, quienes participaron en conferencias magistrales y cinco paneles especializados, donde se discutieron temas relacionados con la transición energética en México: 1) la dimensión social del sector energético; 2) los cobeneficios; 3) los presupuestos de carbono; 4) el mercado eléctrico y 5) la planeación del sistema eléctrico nacional.

Los expertos afirmaron que una economía baja en carbono garantiza un suministro eléctrico seguro e independiente, generación de electricidad a bajo costo, reducción de contaminantes y, a su vez, mejores condiciones de vida para la población; destacaron que pueden encontrarse ejemplos claros en Dinamarca, Costa Rica, Alemania y Australia, por mencionar sólo algunos.

También señalaron que la transición energética no sólo representa un cambio tecnológico sino, además, un cambio social. En este sentido, la transición ofrece la oportunidad de reducir la pobreza energética y, si se implementa de manera justa y considerando a las poblaciones locales desde etapas tempranas, puede también contribuir a generar un esquema donde todas las personas tengan acceso a la energía limpia y sus beneficios.

Impulsando el fortalecimiento de los instrumentos legales y regulatorios en los tres órdenes de gobierno, como son la Evaluación de Impacto Social (EvIS) y la Consulta Indígena, es posible maximizar los beneficios para las comunidades locales, bajo el pleno reconocimiento de sus derechos (como el derecho a la información, la consulta y la evaluación de los proyectos), y a la vez otorgar certeza de inversión a quienes participen en los proyectos de energías renovables y de mitigación de emisiones, apuntaron.

A pesar de que en los últimos años México ha destacado por su papel activo en la política climática internacional, en general y a la fecha la acción climática nacional no ha sido suficiente, ya que no ha sido consistente con el objetivo de mantener el incremento promedio de la temperatura global por debajo de lo establecido en el Acuerdo de París.

Ante este panorama, las organizaciones y los expertos nacionales e internacionales recomiendan acelerar la transformación del sistema energético con base en las energías renovables, para satisfacer la demanda presente y futura de electricidad, pues traería consigo bienestar general para la población; los costos para generar electricidad de esa manera, serían menores en comparación con lo que cuesta generarla con las alternativas de energía que predominan actualmente en la matriz energética del País, y se disminuirían grandes volúmenes de GEI, fortaleciendo el liderazgo de México a nivel internacional.