El tercer día de Hábitat III acogió a las quinta y sexta sesiones plenarias de alto nivel. Mientras que la plenaria se centró en Hábitat III y la Nueva Agenda Urbana, los representantes de los países discutieron distintas políticas urbanas nacionales, marcos de referencia, el papel de la descentralización en la planificación urbana y la relación entre el cambio climático y el desarrollo sustentable.

1. Planes nacionales urbanos

El éxito de la Nueva Agenda Urbana depende casi exclusivamente de la capacidad de los países para crear y actualizar sus planes urbanos nacionales y otros marcos institucionales para enfocarlos en la gestión eficaz del desarrollo urbano. Los procesos para fortalecer las capacidades institucionales y lograr una voluntad política generalizada para mejorar las ciudades pueden ser agilizados mediante un Plan Nacional Urbano.

Tras el reconocimiento del impacto que tiene la creación de una política nacional específica para el crecimiento urbano, muchos países han adoptado este enfoque. Delegados de Togo señalaron que su país fue elegido por la ONU para un piloto que integrara los Objetivos de Desarrollo Sostenible a los programas y estrategias de desarrollo nacionales, y que con base en eso una estrategia nacional de vivienda nueva fue implementada para hacer frente a las condiciones insalubres de los asentamientos informales y a los problemas sobre la tenencia de la tierra. Papua Nueva Guinea también incorporó la planificación urbana en su planeación política, y creó su Política Nacional de Urbanización que comprende de 2010 a 2030, junto con los planes para una política nacional de mejoramiento de los barrios marginales, y programas para la adquisición de tierras y viviendas asequibles. Actualmente, este nivel de aceptación nacional de una mejor visión de las ciudades, guía las políticas sociales en muchos países, y si se les motiva aún más, seguirán proporcionando nuevas perspectivas sobre la gestión del crecimiento urbano.

2. La descentralización de la planificación del desarrollo urbano

Sin embargo, dentro de estas políticas urbanas nacionales, precisaron algunos delegados, serían necesarios modelos más eficaces de gobernanza para lograr la Nueva Agenda Urbana; es decir, la descentralización del proceso de toma de decisiones. Muchas de las naciones representadas destacaron que un enfoque más distributivo en la toma de decisiones sería útil en la implementación de la Nueva Agenda Urbana.

El delegado de Togo, por ejemplo, explicó que la descentralización efectiva y la buena gobernanza son vitales para progresar en sus políticas de vivienda. Poner de relieve la descentralización, distribuida y bajo un enfoque participativo, permite a la reflexión enfocada en lo local ser el motor de las soluciones. Los representantes de Azerbaiyán también apuntaron que los planes a nivel estatal podrían ser formulados en el marco de un plan a escala nacional para el desarrollo urbano. Mientras tanto, India ha empoderado a los municipios y otras instituciones a nivel local para crear e implementar políticas adecuadas. Buscar apoyo para lograr un plan nacional es un comienzo, pero dar de nuevo poder de decisión a las ciudades y las autoridades regionales ofrece un panorama más cercano de lo que funciona para hacer a una ciudad más habitable y sustentable.

3. La intersección del cambio climático con el desarrollo urbano

A lo largo de las sesiones plenarias del miércoles, los representantes de los países llamaron la atención sobre los efectos nocivos del cambio climático en las regiones urbanas y el rol que las ciudades deben de jugar para mitigar estos efectos. En vista de que las ciudades emiten el 70 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo, desempeñan un papel crucial en la implementación del Acuerdo de París, señaló un representante de Finlandia. Para encajar dentro del marco global, el mismo delegado animó a las ciudades a desarrollar estrategias locales de mitigación del cambio climático, y vincular el cambio climático con la planificación urbana.

Dado que el cambio climático no es a menudo vinculado con el desarrollo urbano, y por lo tanto no ha sido tomado en cuenta en la mayor parte de las acciones, fue un tema importante en las sesiones plenarias del día. Un distinguido representante de Papua Nueva Guinea declaró: "El cambio climático es una de las claves de los desafíos del desarrollo". Haciendo eco a esta declaración, un delegado de las Islas Seychelles dijo que era necesario incluir disposiciones específicas sobre el cambio climático en la Nueva Agenda Urbana. La misma autoridad conminó a todos los gobiernos a tomar en serio el cambio climático y a lograr los compromisos de la Nueva Agenda Urbana para actuar en consecuencia. Al evidenciar la relación entre el cambio climático y el desarrollo urbano, los representantes de los países demostraron la importancia de la integración de la Nueva Agenda Urbana a otros procesos globales, como los objetivos climáticos del Acuerdo de París. "Las ciudades deben de adoptar una agenda climática que esté estrechamente vinculada con su crecimiento", dijo un delegado de Marruecos. Al alinear el crecimiento con las políticas sobre el clima, las ciudades pueden proteger a su gente y al medio ambiente, garantizando al mismo tiempo el desarrollo sostenible. El representante de Marruecos destacó a la próxima COP22 en Marrakech, ciudad de Marruecos, como una gran oportunidad para vincular a la Nueva Agenda Urbana con los acuerdos sobre el cambio climático a los que se llegue.

Mientras que las sesiones plenarias del miércoles reflejaron un mosaico de naciones, el llamado a la acción fue singular. Una visión coherente y compartida de un futuro urbano sostenible será empoderada con las acciones urbanas nacionales que permitirán a los agentes de todos los niveles, regionales y locales, hacer frente a la urbanización, especialmente en lo que se refiere a los objetivos climáticos globales.