Ciudad de México, 16 de octubre de 2017. Se estima que se pierden o desperdician 1300 toneladas de alimentos todos los años y hasta un tercio de todos los alimentos que se producen en el mundo se estropean o se desperdician antes de ser consumidos por las personas. En muchos casos, el desperdicio se debe a las reglas de etiquetado poco claras, rígidas y mal entendidas; esto es un exceso considerando que casi mil millones de personas pasan hambre.

Consumidores de todo el mundo tienen que intentar dar significado a una serie de etiquetas de consumo alimentarias que resultan confusas. Ese malentendido cuesta a las familias hasta 29,000 millones de dólares al año, tan solo en Estados Unidos, y miles de millones a nivel mundial.

El Consumers Goods Forum (CGF) —una red integrada por 400 de las empresas más grandes de bienes de consumo de 70 países —junto con Champions 12.3, una coalición de líderes que se han movilizado para reducir el desperdicio de comida a nivel global y que forma parte del World Resources Institute. Juntos hacen un pronunciamiento para estandarizar las etiquetas de caducidad de alimentos en todo el mundo para 2020.

La Junta Directiva del CGF, que incluye a representantes de empresas como Tesco, Kellogg, Walmart, Campbell Soup, Bimbo, Pick n Pay, Nestlé, Carrefour y Unilever, aprobó por unanimidad el pronunciamiento para simplificar las etiquetas de caducidad.

En este pronunciamiento se declara que los comerciantes y los productores de alimentos deben adoptar tres medidas importantes para simplificar las etiquetas de caducidad y reducir el desperdicio de alimentos para el año 2020:

1) Una sola etiqueta a la vez.

2) Elección entre dos etiquetas: una fecha de caducidad para artículos perecederos (por ejemplo, “Usar antes de”) y un indicador de la calidad para alimentos no perecederos (por ejemplo, “Mejor si se usa antes de”). El texto concreto se adaptará al contexto regional.

3) Educación de los consumidores para que comprendan mejor el significado de las etiquetas de consumo.

Además del etiquetado de los productos, en el pronunciamiento se recomienda a las empresas que se asocien con organizaciones sin fines de lucro y organismos gubernamentales para educar a los consumidores acerca de la manera de interpretar las etiquetas de consumo. Las iniciativas de educación pueden incluir carteles en los comercios, materiales de web y anuncios de servicio público. Muchos consumidores no saben, por ejemplo, que es seguro consumir muchos productos después de la fecha estipulada como “Mejor usar antes de”.

La estandarización de las etiquetas de consumo de los alimentos es una manera simple y eficaz de reducir la cantidad de alimentos comestibles que desechan los hogares, para que ahorren dinero y reduzcan su huella ambiental. Las pérdidas y el desperdicio de alimentos contribuyen de manera importante al cambio climático y son responsables del 8 % de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero.

“Ahora más que nunca es el momento de que las empresas desempeñen un papel protagónico en la lucha contra el desperdicio de alimentos. Es un problema que solo puede abordarse mediante la colaboración en toda la cadena de valor. Creemos que la simplificación y la coherencia de las etiquetas de consumo nos ayudarán a acercarnos un paso más a nuestra resolución de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos para 2025, a la vez que contribuyen a reducir la confusión de los consumidores”, dijo Peter Freedman, director gerente del CGF.

Para hacer más visibles los datos y estadísticas sobre este importante tema las organizaciones en conjunto publicaron el informe “Estándar de Contabilización y Reporte sobre Pérdida y Desperdicio de Alimentos”, en el que se hace balance de los progresos realizados hasta ahora para reducir a la mitad el desperdicio y disminuir las pérdidas de alimentos para 2030.

En el informe se concluye que los países y las empresas están fijando objetivos de reducción acordes con la Meta 12.3 de los ODS: en la actualidad, el 28 % de la población mundial vive en un país o una región con un objetivo de reducción de las pérdidas y el desperdicio de alimentos, y casi el 60 % de las mayores empresas del sector de la alimentación del mundo han fijado objetivos de reducción.

“Es bueno ver que haya muestras claras de que el movimiento para frenar las pérdidas y el desperdicio de alimentos está cobrando impulso y del liderazgo que están demostrando ciertos miembros de Champions y otros promotores”, dijo Liz Goodwin, directora de Pérdidas y Desperdicio de Alimentos en el World Resources Institute (WRI).

“Sin embargo, solo faltan 13 años para 2030 y es necesario hacer más. Ahora tenemos una hoja de ruta para recortar a la mitad los más de 1000 millones de toneladas de alimentos que no se consumen cada año, y es vital que los gobiernos y el sector privado de todo el mundo la pongan en práctica” concluyó Goodwin.

“En el informe que hemos elaborado conjuntamente con el WRI se muestra que estamos avanzando en la dirección correcta, pero necesitamos la acción de todos, los gobiernos, las empresas, las organizaciones no gubernamentales y nosotros en nuestros hogares: unidos en la lucha contra el desperdicio de alimentos”, dijo Marcus Gover, director ejecutivo del Waste and Resources Action Programme (WRAP).

“También es esencial que los países en vías de desarrollo reciban el apoyo financiero que necesitan para enfrentar las pérdidas y el desperdicio de alimentos. No hay tiempo que perderfinalizó Gover ”.

Lea el resumen ejecutivo aquí: Estándar de Contabilización y Reporte sobre Pérdida y Desperdicio de Alimentos” o el reporte completo en inglés en SDG Target 12.3 on Food Loss and Waste: 2017 Progress Report.