Lanzan 'Sostenibilidad y seguridad: visión y guía para lograr cero muertes en las vías', con acciones basadas en Sistema Seguro y en Visión Cero

La falta de seguridad vial es uno de los problemas más serios que enfrentan las ciudades de América Latina y el Caribe. Cada año, en la región ocurren más de 100 mil muertes al año, causadas por siniestros viales (BID, 2016), problema que es aún más serio entre las personas jóvenes y los grupos vulnerables, particularmente en las personas de bajos ingresos. Los siniestros viales son la principal causa de muerte en la región entre las personas de 15 a 44 años de edad (IJICSP, 2014), por lo que para atender este problema, las autoridades locales deben de dejar atrás ideas convencionales sobre la raíz del problema y adoptar un nuevo enfoque holístico, para realizar los cambios necesarios en las ciudades en cuanto a infraestructura vial y a la adopción de políticas públicas de seguridad vial.

De acuerdo con información publicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), México se encuentra dentro de la lista de los 10 países con mayores tasas de siniestralidad vial, los cuales acumulan el 62 por ciento de las muertes por hechos de tránsito en el mundo.

En México, el 97 por ciento de los hechos viales se registra en zonas urbanas y suburbanas, y sólo el 4 por ciento en carreteras federales (STCONAPRA, 2017), por lo que es urgente garantizar la movilidad de los habitantes de las ciudades mexicanas y lograr que sus desplazamientos sean realizados de forma segura, independientemente de las opciones que elijan: caminar, pedalear una bicicleta, tomar el transporte público o usar un vehículo particular. Los siniestros viales en México son la primera causa de muerte en personas de entre 1 y 14 años de edad; el 66 por ciento de esas muertes se concentra en peatones, ciclistas y motociclistas (INEGI, s.f.)

Foto: Rodrigo Capote, WRI Brasil. Calle convertida en zona exclusiva para peatones dentro de Cidade 2000, en Sao Paulo, Brasil.Foto: Intervención de cruces y en zonas peatonales durante el Día del peatón en la Ciudad de México. Flickr/WRI México

Soluciones anticuadas para problemáticas actuales

El paradigma convencional con el que se aborda el problema de la seguridad vial, señala erróneamente que la principal causa de los siniestros viales es el error humano, y que la única forma de afrontar el problema es a través de campañas educativas y de capacitación a los usuarios. Bajo este paradigma que ha dominado la política pública sobre seguridad vial a lo largo de los años, el problema ha crecido, en buena parte debido a que se han ignorado factores clave, como el aumento desmedido en el número de automóviles, el crecimiento exponencial de infraestructura y el desarrollo orientado a los automóviles en las ciudades, la falta de una red de infraestructura vial segura y conectada para los usuarios más vulnerables, como peatones y ciclistas, y la falta de regulaciones para moderar las velocidades en zonas urbanas y de promoción estándares de seguridad vehicular. Aparte de haber creado un entorno muy inseguro en las ciudades mexicanas, de Latinoamérica y el Caribe, estos factores han provocado muchos otros problemas interrelacionados, como la falta de accesibilidad segura a las escuelas, la reducción de la actividad física, el congestionamiento, el aumento de la contaminación, y el uso ineficiente de la energía.

Foto: Taller de seguridad vial en Colima, México.Foto: Taller de seguridad vial en Colima, México. Flickr/WRI México

¿La solución? Un sistema seguro

Hoy más que nunca, es importante que las autoridades cambien este paradigma y adopten un enfoque que afronte el problema desde una perspectiva sistémica, que en vez de centrarse exclusivamente en el error humano se centre en hacer más seguros los aspectos físicos de las vías, los espacios públicos y las regulaciones que determinan cómo los habitantes conviven y usan estos espacios, con el fin de crear un entorno que garantice la movilidad y la seguridad de todos los usuarios de las vías.

Este enfoque sistémico es conocido como Sistema Seguro, que ya ha sido implementado en diversas ciudades del mundo a través de políticas públicas comúnmente conocidas como Visión Cero, con resultados muy positivos en cuanto a la mejora de la seguridad vial.

Como se sostiene en la reciente publicación del World Resorces Institute (WRI) titulada Sostenibilidad y seguridad: visión y guía para lograr cero muertes en las vías y presentada durante el evento Safer City Streets Network, ocurrido el 10 y 11 de abril de este año, las líneas de acción del enfoque Sistema Seguro están integradas y van más allá de buscar persuadir a las personas de que cambien su comportamiento, a través de sólo educación o cumplimiento de reglamentos. Estas líneas de acción incluyen atender los factores subyacentes, como el uso del territorio y la planeación de la movilidad para reducir la dependencia a los vehículos, y para promover modos de transporte seguros, saludables y amigables con el medioambiente; la gestión integral de la velocidad para obtener velocidades más seguras; intersecciones diseñadas para que las personas crucen de manera segura; diseño de vías que contemplen el error humano, además de mejorar el transporte público, el diseño y la tecnología de vehículos seguros, y una mejor coordinación y calidad de los servicios de emergencia y cuidados tras los siniestros de tránsito (Welle, Ben et al., 2018).

La siguiente gráfica muestra los 5 principios, los 5 elementos clave, y las 8 líneas de acción de Sistema Seguro.

Gráfica 1

Los beneficios a las salud de la población así como al medioambiente resultantes de estas líneas de acción, suelen potenciarse mutuamente, creando un círculo virtuoso, como el que se muestra en la siguiente gráfica.

Gráfica 2

De acuerdo con un análisis realizado por WRI, sobre muertes por tránsito vehicular ocurridas en 53 países entre 1994 y 2015, los países que implementaron programas con el enfoque Sistema Seguro, fueron los que lograron la mayor y más rápida reducción de muertes por accidentes viales. Entre estos países sobresalen Suecia y los Países Bajos, los cuales lograron reducir sus tasas de muertes por tránsito vehicular en 55 y 50 por ciento respectivamente, dentro del periodo del estudio.

El enfoque Sistema Seguro puede ser adoptado en las ciudades de México, América Latina y el Caribe, debido a que los programas e iniciativas que se proponen no son costosos ni difíciles de implementar, además de que algunos actualmente ya son parte de las agendas gubernamentales.

Un ejemplo de esto ocurrió en 2015, cuando el gobierno de la Ciudad de México estableció de manera alineada a los estándares internacionales, los límites de velocidad para los distintos tipos de vías urbanas; incorporando también, entre otras acciones, políticas de Visión Cero en su marco normativo. Posteriormente, en 2017, la ciudad integró estas acciones a su Plan Integral de Seguridad Vial (PISV), estableciendo una referencia nacional, al buscar mejorar la seguridad vial, la calidad del transporte público y de la infraestructura vial para peatones y ciclistas. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Centro Ross para Ciudades Sustentables de WRI, han tenido un papel importante en la consecución de los logros de esta iniciativa en la Ciudad de Mexico, mediante el apoyo a proyectos de infraestructura vial y la impartición de talleres de capacitación.

Desde hace más de 10 años, en WRI México trabajamos para mejorar la seguridad vial de los distintos usuarios de la vía en ciudades mexicanas, y de la mano de tomadores de decisiones y de la sociedad civil organizada, promovemos sistemas seguros, con base en los cinco pilares del Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011-2020:

  1. Gestión de la seguridad vial
  2. Infraestructura
  3. Vehículos más seguros
  4. Usuarios más seguros
  5. Respuesta tras los accidentes

En WRI México nos enfocamos en la generación de políticas públicas y el desarrollo institucional, para promover y posicionar en el País la adopción del Sistema Seguro; para lograr esto actualmente trabajamos en los siguientes proyectos:

  • La Iniciativa de Ley General de Seguridad Vial, en conjunto con la Asociación Mexicana de Autoridades de Movilidad, en donde promovemos un marco legal nacional con atribuciones a nivel estatal y mecanismos financieros, que originen la creación de una Agencia Nacional de Seguridad Vial.
  • Propuesta de Modificación de la NOM-194-SCFI-2015. Dispositivos de seguridad esenciales en vehículos nuevos. Especificaciones de seguridad, para la adopción de normas técnicas de seguridad vehicular bajo estándares internacionales que permitan prevenir muertes, lesiones, y discapacidades permanentes.
  • Programa para la prevención de accidentes en zonas escolares: BOTNAR, las niñas y los niños ¡vamos primero!, con el que trabajamos fuertemente en conjunto con autoridades estatales y municipales en la implementación de infraestructura vial segura en zonas escolares, regulación de la velocidad y en el fortalecimiento de las capacidades institucionales.

Actuar antes de que sea demasiado tarde

En la medida en que el uso de vehículos en Latinoamérica y el Caribe siga creciendo, y que las autoridades no se enfoquen en gestionar el crecimiento urbano de forma ordenada y sostenible a través de espacios públicos conectados, mediante una red de calles seguras y accesibles a los distintos usuarios y modos de transporte, los patrones actuales de desarrollo no sostenible, y el número de muertes y lesiones por siniestros viales, también aumentarán. Por ello es importante que, antes de que sea demasiado tarde, quienes sean responsables de gestionar y aplicar políticas públicas, cambien el modo convencional de afrontar el problema de la seguridad vial, y trabajen bajo los principios del enfoque Sistema Seguro, diseñando un sistema de movilidad comprehensivo y seguro que contemple el error humano, y garantizando la asignación presupuestal necesaria para el rediseño de la infraestructura vial y para el mantenimiento que ésta requiera.

Sin importar edad, género o modo de transporte, todos tenemos el derecho de llegar seguros a nuestros destinos. Nuestro reto es construir un sistema seguro, un sistema incluyente, a prueba de errores que, desde su planeación, diseño, construcción y mantenimiento, contemple la heterogeneidad de sus habitantes, y parta de la premisa de que todos los seres humanos cometemos errores, y los seguiremos cometiendo, lo cual no es causa por la cual tendríamos que seguir muriendo.

WRI y el BID trabajan directamente con ciudades de la región para guiar a ciudadanos y autoridades para que produzcan un entorno seguro y sostenible, y para que las tendencias económicas que se aproximan no perjudiquen, sino ayuden a eliminar las muertes y lesiones graves provocadas por el tránsito vehicular.

Referencias

  1. INEGI. (s.f.). Mortalidad. Obtenido de https://www.inegi.org.mx/temas/mortalidad/
  2. Secretaría de Salud. (2019). Cubos de Salud. Obtenido de http://www.dgis.salud.gob.mx/contenidos/basesdedatos/bdc_defunciones_gobmx.html
  3. STCONAPRA (2017). Informe de la situación de Seguridad Vial en México.
  4. De la Peña, Elena, et al. Seguridad Vial en América Latina y el Caribe, Banco Interamericano de Desarrollo (2019), file:///C:/Users/Alejandro.Schwedhelm/Downloads/Experiencias-de-%C3%A9xito-en-seguridad-vial-en-Am%C3%A9rica-Latina-y-el-Caribe-Resumen-ejecutivo.pdf
  5. Rodrigues EM, Villaveces A, Sanhueza A, Escamilla-Cejudo JA. Trends in fatal motorcycle injuries in the Americas, 1998-2010, International Journal of Injury Control and Safety Promotion 2014;21(2):170-280.
  6. Decreto 813 de 2017 Alcalde Mayor, Secretaría Jurídica Distrital de la Alcaldía Mayor de Bogotá D.C. (2017), http://www.bogotajuridicadigital.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=73425
  7. Welle, Ben et.al., Sustainable & Safe: A Vision and Guidance for Zero Road Deaths, World Resources Institute (2018), https://www.wri.org/sites/default/files/17_Report_Safe_Systems_final.pdf