El cambio climático afectará a las economías, aumentará la escasez de recursos e impactará dramáticamente en el costo de hacer negocios e inversiones, aseguran las autoras.

México es altamente vulnerable al cambio climático debido a su geográfica y a la situación socio-económica de gran parte de su población, a la vez que es el emisor número 13 de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a nivel global, contribuyendo al fenómeno.

El cambio climático afectará a las economías, aumentará la escasez de recursos e impactará dramáticamente el costo de hacer negocios. Una visión limitada de los impactos puede aumentar la vulnerabilidad de una empresa, de sus clientes y de sus proveedores.

Desde empresas tecnológicas hasta bancos, cada vez más, las compañías están reportando los impactos financieros que podrían enfrentar a raíz del cambio climático. Algunas estimaciones sugieren que billones de dólares podrían estar en juego. Si bien la opinión pública está a favor de frenar el cambio climático, no existe un consenso sobre cómo hacerlo, especialmente a la luz de recursos públicos restringidos. Canalizar el capital privado es una forma de cerrar esta brecha de financiamiento. A su vez, se estima que sólo 100 empresas son responsables de más del 70% de emisiones industriales globales. Por lo tanto, la reducción de emisiones en el sector empresarial representa un porcentaje importante en las reducciones.

Actuar con urgencia es imperativo

Durante la reciente Cumbre sobre la Acción Climática de las Naciones Unidas 2019, se demostró la necesidad de abordar la emergencia climática más allá del ámbito gubernamental. Así, se formalizó la “Alianza de Ambición Climática 2050” en la cual 66 Partes de la CMNUCC, 102 ciudades, 93 compañías y 12 inversionistas se comprometieron a lograr cero emisiones de carbono netas para el 2050. Además, mediante la Net-Zero Asset Owner Alliance, los inversionistas se comprometieron a descarbonizar sus modelos de negocios junto con las compañías en las que están invirtiendo.

El buen desempeño ambiental permite reducir costos, mejorar operaciones y aumentar la eficiencia. Con la disminución del costo de la energía solar y otras fuentes de energía renovable, las empresas pueden ahorrar dinero y disminuir la incertidumbre energética, al mismo tiempo que reducen su huella de carbono. También, existen cobeneficios como la mejora reputacional, el aumento en la confianza de los inversionistas, innovación, ahorros, menor incertidumbre ligada a cambios en la legislación y mayor rentabilidad. Asi mismo, con la tendencia a la alza de gravar el carbono, mediante impuestos y sistemas de comercio de emisiones, abordar el cambio climático ahora será una ventaja competitiva en el futuro.

Objetivos Basados en Ciencia

El sector empresarial mexicano, con las medidas y circunstancias adecuadas, tiene el potencial de influir directamente en alrededor de 40% de la reducción de las emisiones totales del país. Las empresas deben aumentar su ambición y establecer estrategias de reducción de GEI factibles y con base científica, que permitan alcanzar el objetivo de por debajo de 2°C y evitar los efectos más catastróficos del cambio climático.

Objetivos Basados en Ciencia (SBT, en inglés), una iniciativa global lidereada en conjunto por CDP, WWF, el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) y el Pacto Mundial de las Naciones Unidas.

La iniciativa ofrece acompañamiento y recursos técnicos para facilitar que las empresas fijen objetivos viables y adecuados, promueve mejores prácticas y apoya en la evaluación y la validación de estos objetivos. A través de esto, se busca aumentar la ambición climática corporativa.

Actualmente existen 4 empresas Mexicanas comprometidos con la iniciativa SBT: América Móvil, Nemak, Banorte y Coca-Cola FEMSA.

Actuar con urgencia es imperativo para evitar una crisis humanitaria, planetaria y económica.