Esta es la primera parte de una serie escrita que explora, a través de entrevistas, las perspectivas y roles de diferentes actores interesados en derribar las barreras para escalar proyectos de SbN en México y América Latina. Esta serie es parte de la Asociación de Soluciones Climáticas (CSP, por sus siglas en inglés), una colaboración de cinco años que combina la experiencia financiera de HSBC con el conocimiento y la experiencia de WRI, WWF y una red de socios locales para escalar soluciones climáticas.

La industria financiera es un actor clave para alcanzar los compromisos climáticos globales y de conservación de la biodiversidad, pues sus contribuciones permitirán canalizar los 1.5 billones de dólares necesarios para la transición a economías verdes. Por un lado, los compromisos de descarbonización de los bancos permitirían reducir las emisiones directas de sus operaciones (emisiones de alcance 1 y 2), mientras que los cambios en sus carteras de préstamos e inversiones (emisiones de alcance 3) serán estratégicos para alinear la economía con las metas del Acuerdo de París. Así mismo, los bancos deberán implementar objetivos ambiciosos para aumentar significativamente la proporción de inversiones en carteras sostenibles, catalizando la transición energética, reduciendo la deforestación y contribuyendo a la adaptación al cambio climático.

En los últimos años, las Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN) han ganado reconocimiento como oportunidades emergentes para desbloquear el presupuesto dedicado a iniciativas que benefician a la naturaleza y a la sociedad. Las SbN son intervenciones que aprovechan la naturaleza para abordar desafíos sociales urgentes, como la escasez de agua o el cambio climático. Particularmente, son una forma de aumentar la inversión en los ecosistemas y los servicios que éstos brindan, puesto que muchos de ellos carecen de mercados claros a través de los cuales puedan ser adecuadamente valorados. Así, las SbN fomentan un cambio transformacional en la economía y representan un esfuerzo por hacer operativo el papel que desempeñan los servicios ecosistémicos en el desarrollo social y económico.

Además de representar fuentes de ingresos directos para las comunidades, las SbN pueden ser alternativas económicamente viables que evitan los daños derivados de la destrucción de los ecosistemas. Un análisis costo-beneficio estudió la viabilidad económica de conservar turberas en Indonesia, y reveló que el mantenimiento del ecosistema genera beneficios mayores a la sociedad; en específico, evitaba daños por incendios con una relación costo-beneficio de 19.1, es decir, por cada dólar invertido en la conservación se generaban 19 dólares de retorno en daños evitados por incendios.

Se estima que el presupuesto global anual necesario para salvaguardar el ambiente es de 845 mil millones de dólares; actualmente, existe una brecha de inversión mayor a 700 mil millones de dólares que no puede satisfacerse únicamente con fondos públicos y filantrópicos. En el 2019, la inversión mundial en SbN fue de aproximadamente 133 mil millones de dólares, y los proyectos vinculados al sector primario recibieron las mayores inversiones. El 86% del financiamiento anual correspondió a inversiones públicas y fue aportado por organismos gubernamentales nacionales, mientras que el 14% de las inversiones correspondieron al sector privado y se destinaron a proyectos relacionados con cadenas de abastecimiento sustentables. Como referencia, el sector privado aporta aproximadamente 56% de las inversiones anuales en financiamiento climático.

Los niveles actuales de inversión privada deben acelerarse y aumentar drásticamente para cubrir el déficit existente. Entre los esfuerzos actuales para aumentar el financiamiento privado, destaca el acelerador de SbN de la Alianza para las Soluciones Climáticas (CSP por sus siglas en inglés). Su objetivo es construir y escalar el mercado de SbN mediante la creación de las condiciones necesarias para reducir los riesgos y los costos, con lo que aumentarían las inversiones en SbN.

WRI México reconoce el gran potencial de las SbN y está desarrollando una serie de artículos en donde se exploran las perspectivas y roles de los diferentes actores clave para el escalamiento de las SbN. El objetivo es identificar el contexto nacional de las SbN, así como las barreras que limitan su implementación, de igual forma, se busca marcar una ruta de acción que guie las transformaciones necesarias para fomentar el desarrollo de estas alternativas.

Para la primera entrega de la serie, se realizaron diversas entrevistas con miembros del área de sustentabilidad de tres instituciones bancarias en el país para conocer a mayor detalle su perspectiva en torno a las SbN y las tendencias en el ecosistema de las finanzas sustentables. Los bancos son actores clave dentro del sector financiero, pues al estar en contacto directo con empresas y conocer los estándares internacionales en materia de sustentabilidad, ofrecen una mirada interna del estado de las finanzas sostenibles. Además, juegan un rol fundamental en el escalamiento de las SbN, ya que sus estándares y perspectivas de riesgo son un filtro que determina cuáles proyectos recibirán préstamos e inversión.

Un estudio realizado por WRI en el que se caracterizó el panorama de las SbN en Latinoamérica, identificó 156 proyectos que usan este tipo de aproximaciones para proveer servicios públicos en sectores de agua y saneamiento, energía, y transporte, entre otros. Al identificar los modelos de financiamiento, destacó que ninguno de los proyectos tuvo aporte de capital privado, lo que revela la falta de contribuciones privadas para SbN en Latinoamérica. A pesar de que actualmente no hay un análisis detallado de la inversión de SbN en México, pues el gobierno federal no tiene cifras sobre el gasto del sector público o privado en SbN, se estima que la mayoría de los proyectos nacionales se han financiado mediante una combinación de ayuda internacional y fondos públicos nacionales.

En México se ha demostrado el gran potencial de las SbN para gestionar los riesgos climáticos relacionados con el agua (como inundaciones o sequías), pudiendo usarse como soluciones adaptables al cambio climático y con mayores beneficios que las opciones de infraestructura gris. Un ejemplo concreto son los manglares mexicanos, que evitan anualmente 9 mil millones de dólares en daños a propiedades por inundaciones asociadas a ciclones.

La perspectiva del sector privado: barreras que limitan el escalamiento de las SbN

Un primer paso para guiar el escalamiento de las SbN es conocer cuáles son los obstáculos que, desde la perspectiva del sector bancario, limitan la inversión en las SbN. La primera parte de las charlas con los miembros de los bancos se enfocó en identificar dichas barreras, las cuales se presentan a continuación:

1. Las Soluciones basadas en la Naturaleza son un concepto relativamente nuevo

A pesar de haber sido definidas por la UICN desde inicios de los 2000, una de las barreras más importantes para el escalamiento de las SbN es que aún son percibidas como un concepto nuevo. Si bien las SbN han estado presentes en el discurso global desde el Acuerdo de París y el Convenio sobre la Diversidad Biológica, su diseminación fuera de la academia y el gremio ambiental ha sido poca. Por lo anterior, no se les reconoce como una alternativa que puede integrarse a las metas de sostenibilidad de las instituciones bancarias. Esto es común con conceptos que provienen de la academia, pues su integración en otros ámbitos se va concretando conforme diferentes actores impulsan proyectos que implementan estos términos. Por ejemplo, el cambio climático ha sido discutido entre la comunidad científica desde los años 70, pero no fue hasta los 90 que se posicionó dentro de la agenda política global. La frecuencia de las prácticas en las que el sector privado incorpora una conciencia climática va en aumento, especialmente conforme las consecuencias de crisis climática son más tangibles.

“El término soluciones basadas en la naturaleza es todavía complicado de asimilar, siendo que naturaleza es un concepto que en general, tampoco se termina de entender. Hace falta mayor capacitación y difusión para lograr transmitir la importancia real que tiene la naturaleza para los distintos sectores económicos […].”

-Britzia Silva, Subdirectora de Sustentabilidad e Inversión Responsable en Banorte

“Resulta extraño mencionar las SbN a los grupos de interés, precisamente porque no hay todavía (…) ejemplos suficientes en la industria para considerarlos como casos de éxito.”

-Britzia Silva, Subdirectora de Sustentabilidad e Inversión Responsable en Banorte

La falta de apropiación de las SbN en el sector privado revela las brechas que siguen presentes entre la agenda ambiental internacional y el mundo financiero, pues, a pesar de los esfuerzos que se han hecho por incorporar a la naturaleza dentro del lenguaje y lógicas de este sector, los temas ambientales aún no son del todo entendidos.

2. El retorno de inversión en las Soluciones basadas en la Naturaleza no es evidente

“Yo creo que la falta de inversión se debe a que algunas empresas no lo asocian con el negocio […] el problema de la sostenibilidad es que muchas veces dices ’oye, pero ¿dónde está el negocio? porque al final de cuentas es invertir, invertir, invertir y no veo cuál es el retorno que pueda tener ahí. Creo que es importante trabajar en estos temas y conocer mejor la relación que pueden tener con la obtención de eficiencias, innovación y por supuesto en un impacto positivo en la sociedad”.

-Aidee Olmos, Directora de Sustentabilidad Corporativa en HSBC

Los proyectos de SbN se caracterizan por generar múltiples co-beneficios y externalidades positivas, que derivan del reforzamiento de los servicios ecosistémicos en los hábitats donde son implementados; así mismo, son alternativas costo-efectivas y adaptables ante las incertidumbres asociadas al cambio climático. Sin embargo, para los inversionistas no es evidente cómo la naturaleza generará retornos económicos. Además, las externalidades positivas generadas por las SbN, como evitar deslaves o disminuir riesgos de inundación, son difíciles de interpretar como “ganancias económicas” y no son integradas dentro de los beneficios obtenidos a pesar de que existen métodos para ello, como la estimación de los costos evitados o la valoración económica de los servicios ecosistémicos.

Los datos actuales sobre la viabilidad económica de las SbN corresponden a indicadores de inversión guiados por estimaciones que sólo consideran los retornos generados directamente por los proyectos, lo que subestima los beneficios económicos de trabajar con la naturaleza, especialmente a largo plazo. Esto deja en desventaja a las opciones de SbN, puesto que no suelen generar ingresos en el sentido tradicional de flujos de caja entrantes; en su lugar, proporcionan una serie de beneficios directos a las comunidades, así como externalidades en forma de costos evitados y beneficios añadidos. Cuando los indicadores de inversión tradicionales, como la Tasa Interna de Retorno (IRR), son modificados para integrar dichos aspectos, las SbN resaltan como opciones que generan mayores beneficios para la sociedad. Tal es el caso de un ejercicio que analizó la viabilidad económica de la restauración de bosques para mantener y mejorar el rendimiento hídrico en Indonesia, pues, al incluir las externalidades y costos evitados en un periodo de 30 años, la conservación obtiene un IRR de 74.8% frente a un -4.8% calculado de manera tradicional.

“Una de las barreras más importantes es que hay otras soluciones alternativas que parecen mucho más baratas y más eficientes y que se pueden implementar a un costo muy por debajo de lo que cuestan las soluciones basadas en la naturaleza y que además se pueden implementar en un periodo de tiempo mucho más corto”.

-Fernando Puente, Subdirector de Sustentabilidad en Banorte

La falta de retribuciones evidentes hace que destinar fondos a proyectos de SbN sea percibido por el sector privado como actos de responsabilidad social o filantropía, en lugar de inversiones que pueden generar ingresos y una diversidad de beneficios a la sociedad y la biodiversidad. De igual forma, las SbN tienen el gran potencial de incluirse dentro de las estrategias con las cuales las compañías alcanzan sus compromisos internos de sustentabilidad; sin embargo, compiten con alternativas a corto plazo que son más populares y han sido previamente implementadas.

A pesar de que las SbN puedan parecer alternativas costosas, se ha comprobado que sus beneficios superan los costes de implementación y mantenimiento en diversos contextos, como la reducción de riesgo de catástrofes en las costas y cuencas. Igualmente, la evidencia de la rentabilidad de las SbN frente a alternativas de infraestructura gris es cada vez más abundante. Por ejemplo, la restauración de ecosistemas costeros ha sido identificada como una estrategia dos a cinco veces más barata para brindar protección costera frente a rompeolas o diques. Así mismo, las cualidades que destacan a las SbN frente a otras estrategias es que parten de un entendimiento profundo de la naturaleza en donde se identifican las sinergias y conexiones entre los diferentes componentes ambientales; de esta forma, las SbN pueden contribuir a metas específicas, como la adaptación al cambio climático, a la par que atienden retos mayores, como la conservación de la biodiversidad, la captura de carbono, la seguridad hídrica y alimentaria, entre otras.

3. Las SbN requieren de largos tiempos de inversión e involucran riesgos altos

“No podemos hacer que un árbol crezca mágicamente; tiene que pasar tiempo.”

-Irma Acosta, Directora de Negocio Responsable y Sustentabilidad en BBVA

La naturaleza y el sector financiero se rigen bajo ritmos diferentes. El gran reto que plantean las SbN es encontrar un punto de convergencia entre ambos. Si bien los procesos naturales no pueden acelerarse, sí pueden tomarse medidas para asegurar que ocurran en los tiempos contemplados.

“Para nosotros detrás debe de haber siempre una garantía, si no existe esa garantía, pues, la tasa obviamente es muy elevada.”

-Irma Acosta, Directora de Negocio Responsable y Sustentabilidad en BBVA

Los proyectos de SbN son concebidos a mediano y largo plazo, de manera que los retornos de inversión que pueden generar, como los créditos de carbono, toman tiempo; requieren de una fuerte preparación y grandes inversiones durante la fase inicial, así como de un compromiso constante por parte de los desarrolladores y comunidades involucradas. Esta complejidad está asociada con incertidumbre y riesgos elevados, pues existe el peligro de que los proyectos se abandonen y se pierda la inversión. Todo esto resulta en que, a los ojos de los inversionistas, las SbN no ofrezcan las garantías suficientes para que las inversiones realizadas aseguren retornos. Sin embargo, las SbN enfocadas en captura de carbono que incorporan especies nativas, evitan daños a la diversidad de los ecosistemas y respetan las salvaguardas sociales, ofrecen buenas oportunidades de mitigación con beneficios claves para la población local. Así mismo, en los ejercicios de valoración económica de las SbN enfocadas en mitigación, la captura de carbono destaca como uno de los servicios ecosistémicos que mayor valor añaden a estas opciones y aumenta su atractivo financiero.

Además de los largos plazos, otra gran fuente de incertidumbre es que la capacidad de los ecosistemas para brindar servicios ambientales y beneficios para las comunidades también depende de su resiliencia frente a los impactos del cambio climático, puesto que este fenómeno puede aumentar la exposición de los ecosistemas a presiones como el fuego, la sequía, así como a los impactos indirectos de la migración humana. Aunque los recientes avances en la elaboración de modelos para predecir la eficacia de las SbN en la reducción de amenazas están ayudando a disminuir esta incertidumbre, una forma de garantizar el buen funcionamiento de las SbN es la adopción de medidas decisivas para descarbonizar la economía.

4. La cuantificación de los resultados y su difusión es compleja

“La naturaleza es tan amplia: ecosistemas, sistemas bióticos y abióticos, […] solicitar información a nuestros clientes para empezar a generar bases de datos no es tarea sencilla, requiere de un análisis particular por sector para priorizar los indicadores más relevantes. […]. Creo que el tema de cuantificación es un aspecto clave que actualmente se encuentra limitado por la disponibilidad de datos y del conocimiento de metodologías adecuadas”

-Britzia Silva, Subdirectora de Sustentabilidad e Inversión Responsable en Banorte

Para el sector privado es importante conocer los alcances del capital que invierten. Debido a que las SbN generan beneficios que van más allá del ámbito económico, la cuantificación de los resultados de los proyectos, como amortiguar la temperatura en ciudades, involucra metodologías complejas. A esto se le añade la necesidad de que los resultados sean reportados en indicadores fáciles de entender para los revisores, a la par que reflejen correctamente los alcances de los proyectos. Esta complejidad asociada con la cuantificación se convierte en otra fuente que incrementa la percepción de riesgo en las inversiones de SbN.

“La transparencia es uno de los temas fundamentales, es decir: ‘estoy teniendo esta colaboración que va a tener determinado impacto, ¿de qué tamaño es?, ¿cuál es el alcance que representa en el corto, mediano y largo plazo en la comunidad?’”

-Aidee Olmos, Directora de Sustentabilidad Corporativa en HSBC

Además de los retos en la cuantificación, no existe un marco común de directrices y métricas para evaluar el desempeño de las SbN, lo que deja un vacío de información que impide a los inversores guiar sus decisiones de financiamiento. A esto se le añade la falta de datos transparentes y públicos sobre el rendimiento y la rentabilidad de las inversiones de los proyectos de SbN. Además, el mercado es opaco, con muchas transacciones bilaterales y privadas. Todo ello dificulta que los inversores sepan lo que está ocurriendo en el mercado, que valoren o analicen los riesgos y los rendimientos disponibles, o que superen las nociones de que los proyectos de SbN no pueden lograr rendimientos a precio de mercado.

Ante esto, se están realizando esfuerzos para estandarizar las metodologías que miden algunos de los beneficios generados por las SbN, como la captura de carbono, certificando los datos obtenidos y haciendo comparable el desempeño entre varias SbN. De igual forma, los proyectos de SbN incorporan indicadores de monitoreo y evaluación que permiten evaluar el desempeño a lo largo de su implementación. Entre otros esfuerzos importantes destaca la Nature-based Solutions Evidence Platform, que recopila una variedad de artículos científicos que evalúan la efectividad de las SbN para la adaptación al cambio climático. Sin embargo, la necesidad de llenar los vacíos de información implicará trabajar con los mercados y plataformas de SbN existentes para ayudar a estandarizar las definiciones y métricas de los resultados, puesto que los esfuerzos que existen actualmente continúan en fase de desarrollo.

5. Faltan incentivos gubernamentales y una taxonomía establecida

“No ayuda que falta una taxonomía definida para los países en Latinoamérica. Los incentivos o beneficios fiscales de los gobiernos son fundamentales para lograr un impacto mayor.”

-Aidee Olmos, Directora de Sustentabilidad Corporativa en HSBC

El escalamiento de las SbN requiere del trabajo de múltiples actores. La integración de las SbN en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), así como en la legislación nacional y políticas sobre clima y biodiversidad son acciones lideradas por los gobiernos que dan visibilidad a las SbN e impulsan su implementación en otros sectores. Así mismo, los gobiernos tienen la agencia de crear instrumentos de mercado y regulaciones que favorezcan el desarrollo de proyectos de SbN. Sin embargo, aún no existen incentivos fiscales, como exenciones o reducciones de impuestos, que puedan aumentar el atractivo de inversión en este tipo de proyectos.

En el ámbito financiero, una taxonomía es un sistema para clasificar qué se considera como “sostenible” o “verde”. Incluyen criterios detallados que cada actividad debe cumplir para obtener la etiqueta de sostenible. Son herramientas vitales para las finanzas sostenibles, pues brindan transparencia y claridad a los inversionistas y reducen el riesgo de prácticas como el Greenwashing. Establecer una taxonomía verde en México, que describa y contemple las SbN, promoverá inversiones hacia estas iniciativas, lo cual facilitará el filtrado de proyectos que no cumplen con los criterios y transparentará las definiciones, lo que a su vez atraerá inversionistas interesados en una cartera con beneficios climáticos, ambientales, sociales e internacionales.

Si bien las barreras para el escalamiento de las SbN son diversas, los miembros de los bancos coinciden en que los estándares financieros creados en materia de cambio climático y sustentabilidad, como el Task Force on Climate-related Financial Disclosures, o los criterios Environmental, Social and Governance, son un precedente optimista que pueden aprovecharse a favor del escalamiento de las SbN. Otra iniciativa destacable es la Net-Zero Banking Alliance, conformada por un grupo mundial de bancos que se han comprometido a alinear sus carteras de préstamos e inversiones con las cero emisiones netas para 2050.

Las SbN pueden incorporarse al proceso transformativo que está ocurriendo dentro de la banca en busca de tener operaciones alineadas con los esfuerzos climáticos globales. Sin embargo, en vista de que las SbN cubren una variedad de objetivos, es necesario que las nuevas alianzas tengan agendas más ambiciosas y no se enfoquen únicamente en la mitigación de emisiones.

- “Nosotros estamos trabajando en cómo sí decirle […] a nuestros stakeholders e inversores, a nuestros clientes, a nuestros colegas […] que invertir en soluciones basadas en la naturaleza tiene un impacto positivo en el planeta y en la reputación de la institución, pero, sobre todo, tiene un impacto muy significativo, transformador en las comunidades en donde están.”

-Aidee Olmos, Directora de Sustentabilidad Corporativa en HSBC

El financiamiento de las SbN es una forma de invertir simultáneamente en la resolución de múltiples problemas ambientales y sociales, incluyendo la reducción de riesgo de desastres, la mitigación y adaptación al cambio climático, la seguridad alimentaria, la seguridad hídrica, la protección de la biodiversidad y la salud humana. El sector privado desempeña un papel fundamental para desbloquear el gran potencial de las SbN y cerrar la brecha de financiamiento actual. Un primer paso para favorecer su involucramiento es identificar las barreras que limitan la inversión en este tipo de proyectos. De igual forma, es importante conocer qué soluciones se visualizan desde el sector privado, lo cual brinda una ruta de acción clara que diversos actores pueden seguir para el escalamiento de las SbN.