Imagine que usted es un comisionado en una dependencia local encargada de temas relacionados con la sustentabilidad y que se encuentra desarrollando una iniciativa para reducir la generación de gases de efecto invernadero (GEI), pero no sabe cuántas emisiones genera su ciudad, mucho menos de dónde provienen; tampoco sabe quiénes son los mayores consumidores de energía, cuántos coches circulan a diario, o la cantidad de residuos que se producen cada año. Ante este panorama, aunque quisiera establecer metas para la reducción de emisiones, no tendría forma de medir los resultados.

Esta es una situación que muchos legisladores y funcionarios locales enfrentan cada día alrededor del mundo, y que tiene graves consecuencias. Mientras que las ciudades ocupan sólo el 2 por ciento de la superficie global, contribuyen con el 70 por ciento de las emisiones de GEI globales. La falta de datos adecuados para tomar acción los pone en riesgo a ellos y al mundo entero.

Los datos que tienen las ciudades vs los que necesitan

Hay un número creciente de ciudades alrededor del mundo que está promoviendo una transición hacia sistemas de energía limpios y eficientes, entre otras razones para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París en materia de cambio climático. Para acelerar esta tendencia, debemos apoyar a las ciudades en la conservación de sus fondos, tiempo y capacidad, así como empoderarlas con los datos necesarios para mejorar el proceso de toma de decisiones. Las ciudades, particularmente aquellas en países en vías de desarrollo, todavía están experimentando una escasez de datos y necesitan apoyo para resolver esta situación.

Para establecer y darle seguimiento a los avances de las metas climáticas a nivel subnacional y nacional, es importante tener datos de actividad abiertos y gratuitos, en temas como el uso de energía, el consumo de combustibles en el sector transporte, kilómetros recorridos por vehículo, generación de residuos, agricultura, uso de tierra, industria y otros más. Estos datos permiten que las ciudades identifiquen en qué actividades y mediante qué medidas podrían lograrse los mayores impactos en cuanto a reducción de emisiones y enfocarse, por ejemplo, en la generación eléctrica, el uso de energía en edificios, el transporte o el uso de suelo.

De acuerdo con Adriana Lobo, directora ejecutiva del World Resources Institute México WRIMéxico), los avances en la obtención de cálculos de emisiones a nivel ciudad y metrópoli son fundamentales para que las ciudades cuenten con prioridades claras que permitan reducir sus emisiones de manera contundente. Tal es el caso de Guadalajara y Mérida, quienes con el apoyo de WRI México, efectuaron sus cálculos e inventarios, lo cual les permitió priorizar y emprender acciones más efectivas para mitigar sus emisiones de GEI.

Sin embargo, aunque hay avances, aún se observa que la información con la que cuentan muchas ciudades es insuficiente y parcial, además de estar clasificada en formatos que no son adecuados a sus necesidades. Cuando existe información, por lo general, se trata de cifras nacionales o regionales para actividades como el transporte, uso de suelo y otros sectores, las cuales son difíciles de traducir a datos de actividad a nivel ciudad. Incluso, algunas ciudades con altos ingresos y experiencia en la cuantificación de emisiones enfrentan esta escasez de datos.

A continuación ofrecemos algunos ejemplos:

  • De acuerdo con la encuesta realizada a 288 miembros de la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos, el 67 por ciento de las ciudades de ese país no cuenta con la información sobre uso de energía, necesaria para desarrollar un inventario de GEI a nivel comunidad o algún plan de acción climática local.
  • La Comisión de Cambio Climático de Filipinas comentó que “los inventarios de GEI a nivel comunidad representan un paso importante para guiar a las 1,634 ciudades y municipalidades de ese país en la formulación de acciones climáticas relevantes, y que podrían permitirles monitorear su progreso, mientras hacen la transición hacia una ruta de desarrollo de bajas emisiones y de resiliencia al cambio climático”. Uno de los retos que enfrentan es la dificultad para conseguir, acceder y completar los datos de actividad necesarios para llevar a cabo su inventario de GEI.
  • En Buenos Aires, Argentina, la ciudad ha podido acceder a algunos datos de actividad, pero aún le hacen falta cifras cruciales. La División de Cambio Climático de la ciudad dijo que aunque sí pueden acceder a algunos datos que les proporciona la compañía que gestiona los sitios de disposición de residuos de la ciudad, el resto de las municipalidades no tienen acceso o les cuesta trabajo obtener la misma información. Debido a esto, los tomadores de decisión deben asumir o estimar algunas de las cifras, lo que representa un mayor esfuerzo. Las ciudades grandes y con mayores ingresos, como Buenos Aires, pueden generar los datos que requieren, pero los asentamientos más pequeños y con menos riqueza, no pueden hacer lo mismo.

La necesidad de contar con datos de actividad abiertos y transparentes

Las ciudades, los grupos de la sociedad civil y otros organismos subnacionales están solicitando a los gobiernos y empresas de servicios públicos nacionales que compartan más información al público. Están promoviendo una agenda de transparencia y apertura de datos de actividad, que una vez puesta en marcha, ayude a las urbes alrededor del mundo a establecer de manera precisa una trayectoria de desarrollo de bajo carbono. Por ejemplo, en una asamblea de la Mesa Redonda Australiana de Acción Climática, realizada en diciembre del 2017, los representantes de los estados y ciudades acordaron “explorar los medios para aumentar la accesibilidad de los datos de actividad de los inventarios de GEI para los gobiernos locales y regionales”, con el propósito de apoyar una mayor acción y cuantificación climática a nivel subnacional.

Los expertos en política, legisladores y funcionarios están trabajando arduamente para incrementar el nivel de éxito de sus compromisos de acción climática. La pregunta es si los gobiernos y empresas de servicios públicos nacionales prestarán atención al llamado que se hace para lograr más disponibilidad y accesibilidad en los datos necesarios para sustentar estas acciones.