En entrevista con WRI, Juan Pablo Bocarejo, secretario de movilidad de Bogotá, Colombia, habla sobre liderazgo y seguridad vial

Los siniestros de tránsito son la principal causa de muerte de ciudadanos entre 5 y 29 años en el mundo, según el último reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta estadística afecta desproporcionadamente a los peatones, los ciclistas y los conductores de vehículos motorizados de dos y tres ruedas viviendo en países en desarrollo donde la seguridad vial no es estudiada a través un marco holístico que busca garantizar un sistema de transporte seguro para todos los usuarios de la vía.

En 2005 la Asamblea General de las Naciones Unidas publicó una resolución sobre el mejoramiento de la seguridad vial en el mundo, y en 2007 celebró su primera Semana Mundial sobre la Seguridad Vial. El evento fue concebido como una plataforma para promover actividades de sensibilización sobre temas de seguridad vial y para estimular el proponer soluciones en estos contextos.

En 2019 las Naciones Unidas celebrarán la quinta iteración de la Semana Mundial de la Seguridad Vial del 6 al 12 de mayo. El tema de este año será el “liderazgo en la seguridad vial.” Este tema resalta el rol que tienen los líderes electos imponiendo y ejecutando metas de seguridad vial a nivel nacional y local. Tales fines figuran entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU que incluyen reducir el 50 por ciento de las muertes por accidentes de tránsito para el año 2020 y proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos y mejorar la seguridad vial para el 2030.

Ante la premisa de que entre 500 y 600 personas pierden la vida cada año en las vías de la ciudad, la Secretaría Distrital de Movilidad de Bogotá, ha definido la seguridad vial como una prioridad local. Las medidas impuestas por esta entidad han reducido en un 21 por ciento las fatalidades en vías principales de la capital colombiana. La ciudad espera convertirse en un referente mundial en movilidad sostenible para el año 2038.

Para lograrlo, la ciudad ha estado trabajado de la mano con Iniciativa Bloomberg por la Seguridad Vial Global en el desarrollo de políticas públicas, programas y acciones que puedan mejorar la siniestralidad vial en la ciudad. En 2017, la ciudad adoptó la Visión Cero y empezó a desarrollar el Programa de Gestión de la Velocidad, que busca coordinar los límites de velocidad con la función y el contexto de las vías, para reducir los excesos y por ende el número de fatalidades. Las acciones principales incluyen la reducción y control del límite de velocidad, de 60 a 50 km/h, y la implementación de Zonas 30, en algunos de los lugares más críticos de la ciudad, incluyendo zonas escolares, con el fin de dar prioridad y proteger a los niños que se mueven a pie y en bicicleta.

En el marco de la Semana Internacional de la Seguridad Vial, que se celebra este año del 6 al 10 de mayo y tiene como tema principal el liderazgo en la seguridad vial (#HagaOírSuVoz), la Secretaría de Movilidad, junto con la Fundación FIA, Bloomberg Philanthropies y WRI, realizarán una activación en una de las Zonas 30 implementadas en 2018 para empoderar a la comunidad e incentivar la apropiación de este tipo de intervenciones que logran calles más seguras. El Secretario de Movilidad de Bogotá Juan Pablo Bocarejo habló con WRI sobre la importancia de tener líderes en seguridad vial y nos dio algunas recomendaciones para las personas interesadas interesados en reducir las fatalidades en las vías.

¿Por qué el liderazgo es importante la seguridad vial y para la implementación de un enfoque de sistema seguro?

El liderazgo es fundamental para poder estructurar políticas y lineamientos que perduren en el tiempo. La OMS plantea que la gestión institucional es uno de los principales cimientos para poder asegurar la implementación y sostenibilidad de las estrategias de seguridad vial. Con líderes comprometidos con la seguridad vial y la capacidad técnica requerida dentro de nuestras instituciones podemos consolidar los planes a mediano y largo plazo y generar un mayor impacto en la sociedad.

¿Cuál ha sido su logro más importante y que dificultades ha enfrentado en el proceso?

Nuestro logro más importante ha sido posicionar la seguridad vial como una prioridad dentro de la agenda pública. Hacer hablar a la comunidad y a los profesionales de las áreas de transporte, movilidad y planificación sobre este tema es esencial para que la seguridad vial tenga la relevancia que requiere. Sin embargo, llegar a este punto no ha sido una tarea fácil. Hemos trabajado intensamente para generar un nuevo lenguaje y entendimiento de la seguridad vial por parte de profesionales que han estado acostumbrados a abordar la movilidad en función de los vehículos y no de las personas.

¿Cuáles son sus recomendaciones para otros líderes que quieren proteger la vida de otras personas en las vías?

Apoyarse en los datos, es una herramienta fundamental para proponer soluciones informadas, hacerles seguimiento a las estrategias estructuradas y mostrar sus resultados. Otra recomendación es enfocar todos los esfuerzos en materia de seguridad vial en un gran objetivo: salvar vidas. Al hablar de una problemática que está acabando con la vida de nuestros ciudadanos podremos trabajar en un sistema de movilidad que vele por la seguridad de cada uno de los actores viales.

¿Cuáles son las lecciones que se lleva de su trabajo en seguridad vial, que haría diferente?

Entendimos que comunicar es un elemento esencial para el trabajo en seguridad vial. Informar sobre lo que estamos haciendo y porqué lo estamos haciendo nos ha ayudado a que este tema sea percibido como una prioridad dentro y fuera de la institución. Gran parte de nuestras acciones en esta materia han estado enfocadas en generar espacios de formación para todos los actores del sistema de movilidad. Con los periodistas, por ejemplo, hemos tenido varios talleres en los que les hemos entregado las herramientas que necesitan para cubrir este tema. Su apoyo ha sido muy importante para nosotros y para mitigar este problema de salud pública. También hemos reconocido que es vital contar con aliados que respalden el trabajo y decisiones tomadas desde el Gobierno. Hemos tenido la fortuna de trabajar de la mano con líderes en la materia, como WRI, quienes desde el inicio han estado apoyando nuestra gestión en la ciudad.

¿Cómo podemos tener más líderes en la Seguridad Vial en la comunidad?

Aprovechando al máximo los canales de comunicación y espacios de formación para tener ciudadanos informados. Compartir el conocimiento generado dentro de la institución y por autoridades en la materia nos ayuda a que los actores viales se conviertan en abanderados de la seguridad vial. Al generar espacios de interacción con las comunidades, a través de colectivos, asociaciones y las mismas redes sociales; podemos contar con más personas que reconozcan a la siniestralidad vial como un problema de salud pública y se conviertan en líderes en este tema.