• Actualmente hay 10 estados y municipios de México que están asociadas a BEA (Ciudad de México, Sonora, Campeche, Mérida, Yucatán, Nuevo Leon, Jalisco, Quintana Roo, el municipio de San Pedro Garza García y próximamente la ciudad de Monterrey).
  • La mayor parte del potencial de mitigación de los nuevos edificios está en países en desarrollo, mientras que en los países desarrollados el mayor potencial de mitigación está dentro de la reconversión de edificios existentes.
  • De acuerdo con el IPCC, en 2019 las emisiones globales directas e indirectas de los edificios no residenciales aumentaron en aproximadamente 55% respecto a 1990.

Ciudad de México, 26 de mayo de 2022.- Hoy arrancó el Reto de Edificios Eficientes 2022 en la Ciudad de México, entidad que ha duplicado el número de sus emisiones desde 2016. El reto busca impulsar la implementación de medidas de eficiencia energética (EE) en edificaciones existentes localizadas en la entidad.

En esta segunda edición, además de abrir la invitación a unirse al reto a nuevas empresas y organizaciones, se espera que los actores que participaron en la primera edición avancen en la implementación de las medidas identificadas y continúen con sus metas de ahorro de energía.

El REE es parte del Acelerador de Eficiencia en Edificaciones (BEA) de la iniciativa Energía Sostenible para Todos (SEforALL) de la Organización de las Naciones Unidas. En la capital, el reto es organizado por el gobierno local, a través de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) y el Instituto de Recursos Mundiales México (WRI México, por sus siglas en inglés), con el apoyo de la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Lawrence Berkeley National Laboratory (LBNL).

En la inauguración, Isabel Studer, directora de la Alianza México de la Universidad de California, reiteró el compromiso de esta institución de trabajar con las contrapartes en México para generar un espacio de colaboración en temas tan importantes como la eficiencia energética.

“La eficiencia energética se tiende a olvidar en el discurso público. Hablamos de la transición, de las energías renovables, pero todos deberíamos de tener un interés en la eficiencia, en el uso de los recursos energéticos, sobre todo en un contexto mundial donde vemos que hay una creciente escasez, por distintas razones”, expuso.

En su visita, Michael McNeil, director de la Iniciativa de Energía del Laboratorio Nacional de Berkeley, aseguró que esta iniciativa es muy importante pues su objetivo es lograr que una parte de los edificios en la Ciudad de México sean totalmente libres de emisiones de gases de efecto invernadero.

“Nuestro reto es fortalecer la capacidad técnica en el sector privado para hacer esta transición”, explicó.

Por su parte, Adriana Lobo, directora Ejecutiva de WRI México, aseguró que, para la organización, la eficiencia energética es un tema relevante pues se trata de una de las medidas más costo-efectivas para la mejora económica, ambiental y social.

De acuerdo con el más reciente informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), dijo, en 2019 las emisiones globales directas e indirectas de los edificios no residenciales aumentaron en aproximadamente 55% respecto a 1990.

“El sector energético generó aproximadamente el 34% de emisiones de GEI en 2019; el sector de las edificaciones fue responsable del 6%. Sin embargo, si las emisiones por generación de electricidad y calor son atribuidas a los sectores que utilizan la energía final, el 90% de estas emisiones indirectas provienen del sector industrial y de edificios, lo que incrementa las emisiones relativas de este último sector de 6% a 16%”, indicó.

En representación de la UNAM, Luis Gutiérrez, de la Dirección General de Atención a la Comunidad, aseguró que esta institución busca ayudar a que las ciudades reduzcan su impacto en el ambiente, mejoren su calidad del aire y la salud de la población.

“Las ciudades siguen siendo un espacio fundamental para poner en marcha las soluciones a los problemas del cambio climático. El 55% de la población global vive en ciudades y, en México, el 79%. De igual forma, a pesar de que se cuenta con edificios más eficientes, la proliferación de edificaciones provocó un aumento del 25% en sus emisiones en las últimas dos décadas. Con ello, los edificios siguen siendo responsables de un enorme porcentaje de las emisiones en el mundo, entre el 25 y el 35%”, destacó.

Durante su intervención, Odón de Buen, director general de la Conuee, expuso que, en México, los edificios residenciales consumen más energía eléctrica que la industria, contribución fundamental en un sistema eléctrico altamente dependiente de combustibles fósiles.

“Los edificios hacen una aportación silenciosa, son un elemento importante de la huella de carbono de la ciudad. La contribución es muy importante: puede marcar a la ciudad y su competitividad”, alertó.

Aseguró que el REE brinda herramientas para facilitar que los operadores sepan dónde están las oportunidades y puedan ser más competitivos.

En su intervención, Óscar Vázquez, director de Cambio Climático y Proyectos Sustentables de Sedema, aseguró que la energía es el futuro, y el cómo la manejemos determinará el presente y sobre todo el futuro de las generaciones actuales.

“Impulsar medidas en el sector privado que lo hagan más competitivo, que optimicen los recursos y genere empleos dignos es lo que se necesita para que exista un futuro que tengamos un esquema de ganar-ganar”, dijo.

Naschielli Ayala Vergara, responsable de Proyectos en Sedema, indicó que el principal hallazgo es que el crecimiento del sector de servicios y comercio avanza de manera acelerada y de seguir la tendencia las edificaciones aumentarán casi al doble.

“De seguir, consumirán hasta 82% más que lo que consumían en 2016. Si nosotros comenzamos a implementar medidas al 2050 enfocadas a la eficiencia energética y uso de energías limpias, podríamos reducir los consumos de energía hasta en 41% con respecto a 2016”, explicó.

Los participantes coincidieron en que la década del 2020-2030 es crítica para acelerar el aprendizaje del saber hacer, construyendo la capacidad técnica e institucional, estableciendo las estructuras de gobierno apropiadas, asegurando el flujo de financiamiento, y el desarrollo de las habilidades necesarias para capturar el potencial de mitigación de edificios en su totalidad.