• En el marco del Business Leaders Forum, WRI México y la Embajada de Reino Unido en México impulsan una campaña mundial para movilizar el liderazgo de las empresas, ciudades, regiones e inversores en favor de la lucha contra el cambio climático.
  • Race to Zero es una carrera para llegar a cero emisiones netas de CO2, como antesala a la COP26, que se realizará en Glasgow, Reino Unido, del 1 al 12 de noviembre.
  • La pandemia de COVID ha tenido un fuerte impacto en la economía mundial, por esta razón debemos mirar hacia una recuperación impulsada por la ciencia, inclusiva, limpia y resiliente, que creará empleos en las industrias del futuro, aseguró el Embajador.

CIUDAD DE MÉXICO, 29 de septiembre de 2021.- A casi un mes de celebrarse la 26ª sesión de la Conferencia de las Partes (COP 26) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMUNUCC) en Glasgow, Escocia, el Embajador de Reino Unido en México, Jon Benjamin, llamó a las y los líderes empresariales del País a que se comprometan públicamente con objetivos de reducción de emisiones ambiciosos basados en la ciencia, y a unirse a la iniciativa Race to Zero, alianza global que reúne a actores comprometidos para tomar medidas rigurosas e inmediatas para hacer frente al cambio climático.

Durante la inauguración del Business Leaders Forum, evento que se llevó a cabo este martes 28 de septiembre, el Embajador dijo que actualmente existen más de 50 actores mexicanos dentro de la campaña, con presencia internacional como Cemex, América Movil y Grupo Bimbo lideran el camino hacia una economía baja en emisiones de carbono.

“Sólo podemos hacer frente al cambio climático si trabajamos juntos. Tenemos las herramientas para una revolución industrial verde, pero el tiempo para actuar es corto. Sería extraordinario contar con la participación de todas sus empresas en esta iniciativa”, afirmó el Embajador Benjamin.

El Embajador también aseguró que nos encontramos en un momento crítico para frenar el cambio climático, por lo que tenemos que trabajar juntos para evitar las consecuencias más graves en nuestras sociedades, economía y naturaleza. Por ello, tenemos que tomar acción inmediata y limitar el aumento de la temperatura en 1.5°C en comparación con los niveles preindustriales, y disminuir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero al 2030.

“La pandemia por COVID-19 ha tenido un fuerte impacto en la economía mundial, por esta razón debemos mirar hacia una recuperación impulsada por la ciencia, (que sea) inclusiva, limpia, resiliente y que creará empleos en las industrias del futuro. Esto significa que debemos ir más lejos y más rápido en el proceso de descarbonización, por eso el sector privado debe invertir y transformar sus modelos de negocio para aprovechar las crecientes oportunidades de la economía neutra en carbono”, dijo el Embajador.

Por su parte, Adriana Lobo, directora ejecutiva de WRI México, calificó como urgente el reto para la humanidad pues, según las recientes conclusiones del último reporte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), cada grado de temperatura adicional importa, ya que ninguna región, sistema social o económico está libre de sufrir los impactos del cambio climático.

“En México, la Secretaría de Medio Ambiente explica que, sin acciones globales ambiciosas, los costos acumulados a 2100 serían comparables a perder entre el 50% y el 200% del PIB nacional, un impacto extraordinario”, alertó.

Reconoció que los gobiernos nacionales no podrán reducir solos las emisiones ni descarbonizar sus economías sin una acción decidida de las empresas y las instituciones financieras.

“Hasta ahora, casi 2 mil empresas se han fijado objetivos de reducción de emisiones basados en ciencia, y 250 bancos, propietarios y administradores de activos -que suman bienes mayores a los 80 billones de dólares- se han comprometido a transitar a portafolios de cero emisiones antes de 2050”, expuso.

En su intervención, Fiona Macklin, coordinadora de la Campaña Race to Zero, aseguró durante su intervención que esta esta iniciativa global respaldada por la ONU reúne a diversos actores, entre ellos a empresas, para que tomen medidas rigurosas e inmediatas para reducir a la mitad las emisiones globales para 2030 y llegar a emisiones netas cero a 2050, logrando un mundo más saludable y justo.

“El objetivo (de la Campaña) es impulsar el camino hacia una economía descarbonizada antes de la COP26. Esto enviará a los gobiernos una señal contundente de que las empresas, las ciudades, las regiones y los inversores están unidos para cumplir los objetivos (del Acuerdo) de París y crear una economía más inclusiva y resistente”, dijo Macklin.

Anna Kruip, Gerente de Vinculación para 1.5°C de la Iniciativa SBT desde UN Global Compact, expuso la Campaña "Business Ambition for 1.5°C”, la cual es un llamado a que las empresas puedan alinearse a la mayor ambición posible para limitar el calentamiento global en umbrales necesarios para no tener impactos catastróficos del cambio climático. Esta iniciativa es una de las maneras principales para que las empresas puedan unirse a Race to Zero, y asegura a su vez que éstas cuenten con objetivos alineados a lo que la ciencia climática.

En el evento también hubo un diálogo sobre mecanismos financieros para la transición en el que participaron representantes del PNUMA, Agenda 2030, instituciones financieras como HSBC, así como de organizaciones como IHS Markit. Los especialistas aseguraron que esta iniciativa es una excelente oportunidad para que las empresas demuestren su liderazgo en la lucha contra el cambio climático.

Dolores Barrientos, representante en México del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), destacó que gran parte del esfuerzo a nivel global gira en torno a cómo transformar los sectores, incluyendo el financiero, para lograr que participen en las grandes metas climáticas para 2050.

“El cambio climático lo vemos en nuestras calles, está en la falta de agua, las inundaciones, los cortes de luz, todo se relaciona al cambio climático; influye en las negociaciones internacionales, en el comercio, todo se traduce como riesgos de transición o como impuestos. En algunos meses o años esto puede que se traduzca en barreras no arancelarias”, alertó.

Alfredo González, representante de la Agenda 2030 de la Secretaría de Economía, expuso que el reto para la dependencia está en cómo incorporar la comprensión la noción de que necesitamos otro tipo de inversión, y cómo identificar fuentes de financiamiento limpias.

“Tenemos que trabajar con el empresariado para que algunas de las regulaciones que promueven condiciones más saludables para la economía no se vean como costos, sino como oportunidades de negocio. Necesitamos acompañar a aquellas convencidas, que ya vieron que es un negocio redituable”, dijo.

Yamur Muñoz, director de mercados de capital de deuda de HSBC México, destacó que actualmente los “bonos temáticos” han sido más solicitados, principalmente aquellos cuyo uso de recursos se destina a bajar la huella de carbono.

“Cada vez hay más conciencia de la urgencia de (enfrentar al) cambio climático y de poder financiar proyectos y empresas en estos temas. Ya no es un asunto romántico o de moda, es un tema de riesgo, y los inversionistas lo están notando. Proyectos y empresas que no valoran estos riesgos tarde o temprano le cuestan a los inversionistas”, afirmó.

Sergio Graf, Secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial de Jalisco, explicó que para poder hacer una agenda climática efectiva han construido un andamiaje institucional para impulsar una nueva realidad en materia climática, alineado a los acuerdos internacionales para llegar a una mayor ambición.

Para lograr una política climática efectiva, dijo, se han desarrollado programas regionales de cambio climático y, en el caso de Guadalajara, se elaboró el Plan de Acción Climática metropolitana, así como un Presupuesto de Carbono y una ruta de descarbonización que permita hacer una planeación de emisiones por sector que sean compatibles con la carbono-neutralidad al 2050.

Los especialistas participantes coincidieron en que las empresas son un componente vital para todos los objetivos y pueden contribuir a alcanzarlos a través de sus propias acciones, al trabajar con otras empresas y en sus cadenas de valor; convirtiéndose en defensores positivos de la acción climática.