Descarbonizar el sector de las edificaciones es esencial para reducir las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI). En Colombia, los edificios representan el 7% de las emisiones nacionales – cifra menor a la presente en otros países, en parte por las grandes emisiones del país en agricultura, silvicultura y usos del suelo – pero ya se toman pasos importantes para descarbonizar el sector con una nueva hoja de ruta que enlazan metas nacionales con acciones locales.

La Hoja de Ruta Nacional de Edificaciones Neto Cero Carbono de Colombia, lanzada en junio del 2022 por el Ministerio de Ambiente y de Desarrollo Sostenible, busca alcanzar las emisiones netas iguales a cero en las edificaciones nuevas para 2030, y en todas las edificaciones para el 2050. Desarrollada en alianza con la iniciativa del Acelerador de Edificaciones con Emisiones Netas Cero (Zero Carbon Building Accelerator) de WRI, la hoja de ruta establece un marco sobre cómo el país puede descarbonizar el entorno construido al establecer metas claras, definir acciones, e identificar los actores responsables para su implementación. Para alcanzar la transformación sectorial, se identificaron acciones al corto, mediano y largo plazo a través de toda la cadena de valor del sector de las edificaciones y la construcción, incluyendo la planeación urbana, los materiales, el transporte y la distribución, diseño, etiquetado, certificación, uso de agua y energía, y el manejo de residuos.

El rumbo trazado

La hoja de ruta evalúa el estado actual del sector de los edificios y evalúa los posibles impactos sociales y ambientales de los edificios con emisiones netas iguales a cero a nivel nacional. Para alcanzar la ambiciosa meta de descarbonizar el entorno construido, la hoja de ruta desglosa 67 objetivos y 175 acciones transformadoras a través de seis áreas: prácticas corporativas, materiales, planificación urbana, edificios nuevos, edificios existentes y asentamientos informales.

Colombia se distingue porque incluye el sector de la construcción informal junto con el formal en su planificación neta cero. A nivel nacional, las edificaciones sin licencia representan del 19% al 29% del parque inmobiliario y hasta entre el 55% y el 70% en algunas ciudades. El sector informal o sin licencia representa un reto significativo para descarbonizar el entorno construido. “Formalizarlo” podría reducir los residuos de construcción y demolición, mejorar los materiales de construcción y mejorar la calidad de vida y la salud de las familias de bajos ingresos. Pero hacerlo de manera asequible y justa, sin desplazar a los residentes, ha sido difícil para muchas ciudades.

La hoja de ruta incluye recomendaciones para asegurar que el mejoramiento de las viviendas y edificios existentes tengan un acercamiento inclusivo. También destaca la importancia de la educación financiera y los programas dirigidos a las comunidades para que sea más viable el acceso a la vivienda formal. Por ejemplo, esquemas alternativos de arrendamiento e hipotecas para quienes no tienen acceso al financiamiento tradicional.

El país desarrolló normas e incentivos para eficiencia energética, energía limpia y una matriz descarbonizada. Sin embargo, aún existen deficiencias y barreras regulatorias, y aún es insuficiente el acceso a tecnologías de construcción altamente eficientes. La hoja de ruta se propone abordar estos desafíos al vincular acciones transformadoras políticas, financieras, tecnológicas y de desarrollo de capacidades específicas en cada una de las seis áreas de acción con objetivos a corto, mediano y largo plazo, y al identificar a los actores responsables de la implementación. El objetivo final es lograr la normalización de los edificios con emisiones netas iguales a cero a nivel nacional.

La hoja de ruta también incluye capítulos sobre el rol del financiamiento y cómo la equidad social y de género están integradas en las acciones transformadoras. Por ejemplo, al emplear enfoques participativos inclusivos de género en la planificación urbana y al disminuir las tasas nacionales de pobreza energética con conectividad de energía limpia para edificios.

Las acciones están conectadas con proyectos habilitadores (políticas, tecnologías, desarrollo de capacidades y financiamiento) y vinculadas a actores clave para su implementación, a través de toda la cadena de valor del ciclo de vida de las edificaciones.

El obstáculo más grande para el país podrían ser las edificaciones existentes, incluyendo las del sector informal. Actualmente no hay normas ni incentivos que promuevan la eficiencia energética en edificios existentes y en las remodelaciones.

Las acciones transformadoras en la hoja de ruta identifican instrumentos regulatorios e incentivos para desarrollar capacidades y proporcionar la tecnología necesaria para efectuar modernizaciones en edificios con emisiones netas iguales a cero. Esto incluye la electrificación de la calefacción y el aire acondicionado, los electrodomésticos de consumo eléctrico eficiente y la generación de energía limpia en el lugar.

Acción multinivel

La hoja de ruta de Colombia marca la culminación de un año de trabajo por parte del gobierno nacional y local, el sector privado y la sociedad civil como parte del Acelerador de Eficiencia en Edificaciones de WRI. Una acción multinivel como esta es clave para cumplir con las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés) de Colombia y la visión climática a largo plazo en todos los sectores, pero especialmente en el de los edificios, donde las acciones interceptan a los sectores de vivienda, energía, y de planeación nacional y urbana, por ejemplo.

Nueve grupos de trabajo con cerca de 400 partes interesadas de diferentes sectores a lo largo de la cadena de valor participaron en el desarrollo de la hoja de ruta. Los aportes de estos grupos fueron considerados para la evaluación de referencia del sector de la construcción en Colombia, dieron cuenta de los desafíos y las barreras para construir edificios con emisiones de carbono netas iguales a cero e identificaron las acciones transformadoras necesarias para descarbonizar los edificios a nivel nacional.

El Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS) lideró el involucramiento y facilitación en el terrero del proyecto de la hoja de ruta, apoyándose de redes y relaciones forjadas anteriormente durante su trabajo con el Acelerador de Eficiencia en Edificaciones. Aunque la hoja de ruta fue encabezada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, hubo un comité asesor conformado por representantes del Ministerio de Vivienda, del Departamento Nacional de Planeación, las Secretarías de Planeación de Bogotá y de Cali, de la Cámara Colombiana de la Construcción (CAMACOL) y CCCS, el cual sirvió como órgano rector del proyecto, y promovió la coordinación entre los ministerios nacionales y en múltiples niveles de gobierno.

Hacia la neutralidad de carbono

La NDC de Colombia establece una reducción del 51% de gases de efecto invernadero a 2030. La hoja de ruta para edificaciones está alineada con otros planes de implementación y monitoreo de la NDC de Colombia, y estas nuevas metas de descarbonización de las edificaciones apoyarán en alcanzar la NDC del país.

La Estrategia Climática a Largo Plazo de Colombia (E2050), puesta en marcha en la COP26, hace un llamado a lograr una Colombia carbono-neutral para 2050 a través de un desarrollo resiliente y una economía circular. Dado que la Hoja de Ruta de Edificaciones Neto Cero Carbono considera todo el ciclo de vida de los edificios y proporciona objetivos a corto, mediano y largo plazos para lograr la neutralidad de carbono, puede ser un modelo para otros planes sectoriales para alcanzar estos objetivos y un primer paso hacia la implementación de la economía circular en el país.

Con esta hoja de ruta, los gobiernos nacionales y locales de Colombia, el sector privado y la sociedad civil han reconocido la necesidad y el impacto de transformar el sector de la construcción y las edificaciones en alcanzar las metas de su NDC y de la Estrategia 2050.

Al presentar la hoja de ruta, el viceministro de Ordenamiento Ambiental del Territorio, Nicolás Galarza Sánchez, enfatizó en este punto y dijo que Colombia debe reducir 174 millones de toneladas de emisiones al 2030 para lograr sus NDC, y la implementación de estas acciones transformadoras podría reducir las emisiones del sector de las edificaciones en un 53 % para 2030.

“Esta hoja de ruta demuestra no sólo nuestro compromiso, sino también nuestra ambición y visión de un país carbono-neutral”, dijo.

El objetivo de Colombia de alcanzar las cero emisiones netas de carbono en todos los edificios para 2050 está un paso más cerca de su realización. El Acelerador continuará trabajando en Colombia mediante la creación de planes de acción locales en Bogotá y Cali para la implementación de la hoja de ruta a nivel local, así como actualizaciones de políticas y códigos de construcción a nivel nacional.