Este artículo explora las perspectivas y roles de representantes comunitarios con experiencia en la implementación de Soluciones basadas en la Naturaleza en México. Esta es la tercera parte de una serie escrita que explora, a través de entrevistas, las perspectivas y roles de diferentes actores interesados en derribar las barreras para escalar proyectos de SbN en el país.

Las comunidades de Isla Arena, San Crisanto, Sisal, Marismas, y La Ventanilla, en los estados de Campeche, Yucatán, Nayarit y Oaxaca, se enfrentan a diferentes retos sociales, como la falta de oportunidades, desigualdad, inseguridad y la falta de acceso a servicios, entre otros. A ello se le suma la problemática ambiental que enfrentan por la contaminación, gentrificación, turismo intensivo, cambio de uso de suelo, tala ilegal, entre otros. Esto afecta sus medios de vida, así como la capacidad que tienen para hacer frente a los impactos del cambio climático. Esto es particularmente cierto para los grupos en situación de mayor vulnerabilidad, como migrantes, mujeres, infantes, personas de la tercera edad, grupos originarios, personas con discapacidad o en situación de pobreza extrema.

Las Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN) son intervenciones que aprovechan la naturaleza para abordar varios de estos retos a la vez, y de ahí la importancia, por un lado, de identificar y romper barreras para su financiamiento y, por el otro, de visibilizar e impulsar su implementación.

Además, según estimaciones recientes, SbN como la reforestación, la agrosilvicultura, la restauración del suelo y el manejo de pastizales pueden contribuir con más del 20% de las metas de reducción de emisiones de GEI de México para 2050. Particularmente, son una oportunidad para aumentar la inversión en los ecosistemas y los servicios que éstos brindan. Además, representan fuentes de ingresos para las comunidades, oportunidades laborales para las mujeres y pueden ser alternativas económicamente viables que evitan la degradación de los ecosistemas.

Pese a constituir iniciativas que benefician a la naturaleza y la sociedad, la inversión en estos proyectos es limitada. La mayoría de estos proyectos son financiados por fondos públicos y filantrópicos, con sólo el 14 % del capital proveniente del sector privado.

Dentro del sector privado, las instituciones bancarias son clave para fomentar la inversión, pues sus prácticas y estándares contribuyen a posicionar las SbN como alternativas atractivas y económicamente viables dentro del sector. Además, este sector, desempeña un papel fundamental para desencadenar el potencial de las SbN y cerrar la brecha de financiamiento actual. Para lograrlo, es importante aumentar la visibilidad y aplicabilidad de las SbN, así como la creación de alianzas y proyectos piloto con menor riesgo financiero para el sector privado.

En 2020, WRI México llevó a cabo una compilación de experiencias y lecciones aprendidas de proyectos relacionados con la restauración, manejo y conservación de manglar, en un contexto de adaptación al cambio climático, como parte del proyecto Adaptación Basada en Ecosistemas Costeros. Este mapeo permitió visibilizar la distribución de los esfuerzos, los actores involucrados y algunos de los factores clave para que las Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN), generen un impacto positivo y duradero. Como parte de los esfuerzos de difusión de resultados, iniciamos una serie escrita que explora, a través de entrevistas, las perspectivas y roles de diferentes actores interesados en derribar las barreras para escalar proyectos de Soluciones basadas en la Naturaleza en México. Esta serie es parte de la Asociación de Soluciones Climáticas (CSP, por sus siglas en inglés), una colaboración de cinco años que combina la experiencia financiera de HSBC con el conocimiento y la experiencia de WRI, WWF y una red de socios locales para escalar soluciones climáticas.

En reconocimiento de la labor de las comunidades y su importancia en la conservación y manejo sostenible de los recursos naturales, presentamos esta tercera entrega, en la que se entrevistó a 5 representantes de comunidades, (Alondra Pérez, Teresa Andueza, Israel Molas, Faustino Escamilla y José Inés Loria), con la finalidad de conocer sus experiencias, los beneficios que identifican y los aprendizajes que rescatan en el escalamiento de las SbN, específicamente de la restauración y el manejo de ecosistemas de manglar. Su perspectiva es crucial para derribar barreras y mantener los esfuerzos a largo plazo.

Lecciones desde las comunidades para la implementación de Soluciones basadas en la Naturaleza

A partir de estas conversaciones, identificamos lecciones aprendidas para que los proyectos de SbN tengan mayor probabilidad de ser exitosos, entre los que se encuentran el mejoramiento o restauración de los beneficios tangibles e intangibles que ofrecen los ecosistemas de manglar a las comunidades, el fortalecimiento de la gobernanza basada en el conocimiento local y la identificación de barreras y retos para crear estrategias que las aborden y así disolverlas.

1. Beneficios tangibles e intangibles de los ecosistemas

Los servicios ecosistémicos son los beneficios tangibles e intangibles que los humanos obtenemos de los ecosistemas, y se clasifican en servicios de soporte, provisión, regulación y servicios culturales1. Los manglares ofrecen servicios de soporte; al ser hábitat y refugio de especies, proveen de recursos pesqueros y maderables, fundamentales para los medios de vida de las personas, y son cruciales para regular la captura de carbono, la calidad del agua, los flujos de nutrientes, el clima local, y para proteger las costas de los huracanes. Además, los manglares son escenarios de educación ambiental, investigación y actividades de recreación.

En las entrevistas, las y los líderes comunitarios compartieron los beneficios tangibles e intangibles que identificaron, luego de la implementación de Soluciones basadas en la Naturaleza en sus comunidades, específicamente, con los trabajos de restauración y manejo de manglares en los que participan.

Israel Molas, quien trabaja en la cooperativa Carey en Isla Arena, Campeche, reconoció que uno de los beneficios tangibles es la mejora de los refugios pesqueros y la recuperación de la biodiversidad, que aumenta la pesca y los ingresos económicos de la comunidad, de la que el 80% de los habitantes depende.

En palabras de Teresa Andueza, restauradora comunitaria en Sisal, Yucatán, los manglares les “dan otros servicios ecosistémicos, como la captura de carbono, que ayuda a la mitigación del cambio climático”, y la restauración les “ayuda a recuperar la biodiversidad, porque empiezan a llegar las aves, los peces… las jaibas”.

“Nos dimos cuenta de que la actividad de restauración contribuye muchísimo a la pesca y [esto] es una gran satisfacción para nosotros”, comentó Israel, en referencia a que la zona es refugio de diversas especies de interés pesquero. Esto trajo consigo una mejora en los refugios de aves, lo que aumentó los avistamientos, y con ello, derivó en la iniciativa de coordinar un grupo de mujeres para el monitoreo de aves, lo que generó empleos y sumó al ecoturismo a sus actividades económicas.

Para Alondra Pérez, miembro del grupo de mujeres reforestadoras en un programa de WWF, en la Reserva de la Biósfera Marismas Nacionales, en Nayarit, los manglares están fuertemente ligados a su bienestar, sustento e identidad. “Sin el manglar, es como decir que se nos acabó un poquito de lo que somos nosotros. De ahí vivimos y de ahí mantenemos a nuestras familias”, dijo. Con el paso del huracán Roselyn, en octubre de 2022, los destrozos impactaron fuertemente a la comunidad y al trabajo previo de restauración, sin embargo, Alondra reconoce que el manglar remanente mitigó el impacto del huracán, pues “si no fuera por el manglar, la comunidad se hubiera terminado”.

Otro de los beneficios tangibles, junto con la generación de ingresos económicos y, por ende, de empleos dignos, fue el fortalecimiento de la conexión entre el manglar y la comunidad, a lo que José Inés Loria, asesor del ejido San Crisanto, Yucatán, dijo: “[…] nos quedó claro que el manglar era clave en nuestro proceso comunitario, y hoy entendemos que, si ese manglar desaparece, desaparece la comunidad.”

2. Gobernanza y conocimiento local

Las personas líderes comunitarias también han identificado factores clave y estrategias para que estos proyectos de restauración y conservación sean exitosos. Por un lado, son importantes las capacidades que tienen las comunidades para organizarse y generar nuevas estructuras organizativas, y por el otro, las habilidades que han adquirido por su vivencia y experiencia en los proyectos de restauración de manglares y la socialización de estas.

Una nueva estructura organizacional comunitaria entorno a la conservación y restauración de manglares, según las y los líderes entrevistados, requiere de roles definidos, de una propiedad legítima de la tierra, del involucramiento de la comunidad, y de planeación y autogestión para que los esfuerzos no se debiliten una vez que el apoyo y acompañamiento de terceros termine.

Alondra, por su parte, menciona que para ellas es fundamental la comunicación entre las participantes, además de la generación de espacios de diálogo y el establecimiento de acuerdos en los que todas se sientan cómodas. En ese tenor, Teresa considera que es crucial el trabajo comunitario basado en la participación, la generación de acuerdos y nuevas estrategias para resolver conflictos entre los miembros, y de esta forma ver los conflictos como una oportunidad para fortalecer al grupo.

Según Faustino Escamilla, representante de la cooperativa Lagarto Real en La Ventanilla, Oaxaca, la identidad, el conocimiento de las comunidades y el monitoreo continuo también son claves. “Nosotros fuimos construyendo inventarios de los recursos que tenemos […]Si no sabemos qué tenemos, no sabremos otorgarle un valor a ese recurso, ya sea de uso o de cambio”, dijo.

Además, el intercambio de experiencias entre comunidades genera sinergias.

“Yo creo que es importante la experiencia que tenemos las comunidades […] Hemos ido aprendiendo en el camino. En el Congreso de Manglares, tuvimos intercambio con varios compañeros y hay técnicas que ellos han usado y que les han funcionado”, comentó Israel Molas.

3. Barreras, financiamiento y aprendizaje continuo

Existen barreras que entorpecen e impiden que las comunidades lleven a cabo las actividades de restauración, conservación y manejo sustentable de los manglares de manera óptima. Las personas entrevistadas mencionaron que han enfrentado muchas de estas, entre las que destacan: la falta de apoyo de las autoridades municipales y federales, la burocracia, la rotación de personal e interrupción de trámites, y la falta de voluntad política para realizar los cambios de uso de suelo en favor del manejo sustentable y comunitario de los manglares. Por otro lado, también afectan algunas prácticas de las comunidades ganaderas aledañas, el desconocimiento de los beneficios de la restauración y, de manera transversal, identificaron algunas consecuencias del cambio climático entre estos desafíos, como las variaciones en la disponibilidad de agua, los eventos meteorológicos extremos, las marejadas, entre otros.

El financiamiento es un pilar para que estos proyectos continúen, sin embargo, las personas entrevistadas comentaron que conseguirlo sigue siendo difícil. En palabras de Alondra: “las ganas están, la fuerza está, la unión está, pero lo que falta es el apoyo económico”.

Las autoridades locales y federales no siempre cuentan con la voluntad o el presupuesto para otorgar apoyo efectivo, así que las comunidades han optado por generar sus propios recursos (aunque esto no les permita llegar a sus objetivos en el corto plazo), darse a conocer, insistir con las autoridades más cercanas y postularse para recibir fondos internacionales.

Faustino Escamilla, mencionó que cumplir con las metas propuestas les abrió las puertas a conseguir el apoyo de las autoridades ambientales, ya que la dependencia originalmente no se mostraba dispuesta a brindarles el apoyo por tratarse de una comunidad pequeña, y fue hasta que concluyeron un proyecto de manera exitosa que eso cambió y ahora son invitados a menudo a foros nacionales para exponer su historia de éxito.

En ese sentido, la visibilidad de las iniciativas de las comunidades también juega un papel importante para obtener financiamiento, ya que las sinergias que se generan con algunos actores locales y organizaciones pueden propiciar que se les considere en próximas convocatorias, o bien, mantener una buena relación con estas y que otras formas de apoyo y colaboración puedan sostenerse en el tiempo. Al respecto, Israel Molas dijo que tienen la confianza de avisarles cuando algún fondo está disponible tanto en la autoridad ambiental local, como en una Organización No Gubernamental (ONG) con la que la cooperativa trabaja desde hace tres años. No obstante, agregó que, en el caso de las dependencias federales, el presupuesto se ha reducido en los últimos años.

Sin embargo, Teresa considera que este decenio es una gran oportunidad para el involucramiento del sector privado en las SbN en los proyectos de manglares, ya que esto se alinea con los objetivos de la Agenda 2030 y con lo que la ONU catalogó como “La década de la restauración de ecosistemas para la seguridad alimentaria y acción climática.”

WRI México trabaja con diversas organizaciones comunitarias, gubernamentales, con el sector privado y la academia para promover las SbN en la región. En este caso, el proyecto de Adaptación Basada en Ecosistemas Costeros tuvo como enfoque la adaptación al cambio climático de comunidades costeras, a partir de la restauración de ecosistemas de manglar. Otro ejemplo es RE3CO, proyecto con el propósito de fortalecer capacidades e impulsar el desarrollo de actividades económicas asociadas al manglar que aseguren el mantenimiento de los logros alcanzados con las inversiones realizadas.

A pesar de la gran motivación y los ya tangibles resultados de la implementación de las SbN aplicadas en la restauración y conservación comunitaria de manglares, es claro que existen aprendizajes valiosos y barreras por disolver. Por ello, son fundamentales el fortalecimiento de capacidades, el financiamiento y un acompañamiento técnico adecuado y suficiente; así como la colaboración y apoyo de otras comunidades, el sector privado, la academia y los gobiernos municipales y federales.

Cerrar la brecha de financiamiento para la implementación de SbN, es posible y es una gran oportunidad para abordar diversas problemáticas a la vez, en beneficio de las comunidades y los ecosistemas.